Por primera vez desde su llegada al banquillo del Valencia, Gary Neville tuvo que escuchar la peor de las sentencias de Mestalla, como el multitudinario grito de «Gary vete ya». Después de tres meses en los que ha gozado de un crédito bastante generoso por parte de la hinchada valencianista, que ha valorado el esfuerzo del excapitán del Manchester United en enderezar el rumbo del equipo pese a los continuos malos resultados, el crédito parece agotado. Sin embargo, Neville afirma sentirse con fuerzas para continuar en el cargo. «No voy a dimitir. Tenemos que centrarnos en los próximos partidos, reconozco que la situación no es buena, que los resultados no han sido buenos. El aficionado está frustrado como lo estoy yo también. No es momento de excusas, pero hoy se nos han puesto muchas cosas en contra», señaló.

Neville justificó que las lesiones han afectado al grupo tras el desgaste resultante del duelo europeo ante el Athletic Club: «Hemos perdido seis jugadores en 24 horas, algo que es muy desgraciado y hemos acabado con diez. Íbamos muy bien hasta que encajamos el gol, en la primera parte era el partido que cabía esperar. Los equipos que han jugado en Europa han sufrido, han tenido ese desgaste y aun así hemos sido competitivos», continuó el preparador.

Neville añadió que «Totó» Berizzo, entrenador del Celta, había reconocido que el marcador no reflejaba los méritos de los dos equipos. «Todo lo que podía pasar mal ha salido mal. En casa ya nos ha pasado tres veces, estamos enchufados, nos marcan un gol, y se nos va de las manos. Esto hay que corregirlo rápidamente», destacó. Por último, apuntó que no cree que su equipo esté en la lucha por la permanencia, pese a que se encuentra a seis puntos del descenso.

Por otro lado, después de consumarse la derrota ante el Celta, ningún jugador valencianista pasó por la zona mixta.