Del sonado triunfo del Valencia en el Camp Nou se ha destacado la capacidad de sufrimiento en defensa, la suerte y las paradas salvadoras de Diego Alves. Factores, todos ellos, que sin duda intervinieron en el desarrollo del partido y en el resultado final contra el FC Barcelona. Sin embargo, la jugada del segundo tanto, obra de Santi Mina, también plasma una evolución futbolística de la mano de Pako Ayestarán. Un golazo de patente colectiva en el que el Valencia exhibió su potencial escondido. En un partido con dominio abrumador del balón por parte del Barça, los blanquinegros concentraron en esa combinación mágica, con la intervención de ocho de los diez jugadores de y durante 48 segundos, 18 pases seguidos, casi todos al primer toque. En total, un 9 % de los pases totales que acumularon durante todo el envite (199).

Por más que pudiese parecer en el origen de la jugada que el Valencia quería consumir tiempo —se ganaba 0-1, se acercaba el minuto 45 y se iba a sacar de banda cerca del córner rival—, la acción valencianista hipnotizó a un Barça sin respuesta. Solo Mustafi y Siqueira se quedaron sin tocar el balón. Primero se combinó en corto cerca de la banda, hasta que Enzo Pérez abrió con un balón picado a Parejo. El de Coslada filtró un envío preciso al hueco a Santi Mina, que encaró a Bravo y le batió de tiro cruzado.

La jugada confirma la liberación mental de los jugadores, la felicidad reencontrada desde la llegada de Ayestarán. El bloqueo ha dado paso al atrevimiento. Así lo reconoce Parejo, uno de los grandes protagonistas de la velada: «Soy de los que piensa que al final el jugador tiene que estar contento, feliz, tranquilo, sin problemas extradeportivos ni familiares. Se debe generar ese entorno para sacar el máximo rendimiento. Cuando se tiene la cabeza donde la debes tener, cuando todo el mundo rema hacia el mismo sentido, se acaba notando». En su caso, Parejo se ha rebelado ante Sevilla y Barcelona a una temporada que lo ha minado anímicamente, al ser criticado por un nutrido sector de Mestalla y con el varapalo de perder la capitanía en pleno curso: «Me gusta ser sincero y lo digo. Ha habido momentos en los que no estaba feliz porque las cosas no salían, porque hemos perdido muchos puntos y tampoco hacíamos las cosas bien y, cuando no ganas, no estás contento», señalaba Parejo, contento por «la imagen, el partido, el resultado y el rendimiento...».

Mustafi: «El bloque da vida»

La otra gran victoria del Valencia ha sido la de recuperar su espíritu de equipo. Una virtud que, en palabras de Shkodran Mustafi, permite a los valencianistas ser un rival que plante cara a cualquier contendiente. La prueba está en que ni Barça ni Real Madrid han derrotado al Valencia en Liga: «Jugar como un bloque nos da la vida. Cuando jugamos como un equipo jugamos bien, todos somos mejores. No somos un conjunto con estrellas, pero cuando trabajamos como equipo somos capaces de vencer a los grandes. Y si no lo hacemos así, también somos capaces de perder contra los pequeños», indicaba a este periódico el internacional alemán, ya de madrugada, nada más pisar tierra en Manises.

A esa misma recuperación de valores aludía Parejo: «Para ganar en el Camp Nou se necesitan muchas cosas: equipo, sacrificio, respeto, humildad... se han dado todas estas cosas en el Valencia para que el equipo gane. Teníamos nuestro plan de partido, no nos relajamos nunca y hemos seguido el guión. Eso nos permitió conseguir los tres puntos». «Era otro partido muy distinto, el encuentro de Copa del Rey lo teníamos olvidado, aunque sí es cierto que nunca se acaba de ir. Pero una vez saltas al campo se olvida. Planteamos el partido de la mejor manera, pensando en un rival que te exige . Estuvimos increíbles desde el minuto 1, peleando cada balón, hemos acabado muertos y con una buena recompensa, que no siempre viene aunque juegues igual», añadía Parejo.

Según Mustafi, las «ideas claras» de Pako Ayestarán han dado el empujón necesario para que el Valencia deje atrás el inmovilismo en el que permanecía instalado con Gary Neville: «Pako sabe cómo quiere jugar, nos lo transmite muy bien y nos preparamos muy bien para los encuentros. Ha cambiado la dinámica también porque tampoco tenemos otras competiciones y nos podemos centrar en la Liga y lo hemos plasmado bien contra el Sevilla y el Barça», señaló Mustafi, que celebró su 24 cumpleaños por todo lo alto, después de que su anterior aniversario, curiosamente, coincidiera también en el Camp Nou pero cayese del lado barcelonista (2-0).

¿Cómo se plantean los cinco últimos encuentros, con una racha incipiente pero ya sin objetivos en juego? Mustafi no tiene dudas y lanzó un mensaje vitalista ante lo que queda por venir: «Los últimos encuentros tienen muchísima importancia. Somos jóvenes y queremos crecer, hay que aprovechar todos los partidos para ser mejores jugadores y mejor colectivo. Cuando pierdes muchos partidos o no ganas no es atribuible a solo una causa. Se puede perder un partido por errores, pero no ha sido el caso».

Santi Mina: «Salimos a los partidos con un plan claro»

Santi Mina, junto a Rodrigo Moreno, es uno de los jugadores que cotiza al alza en el Valencia después de acusar la irregularidad en sus primeros meses en el club. El delantero gallego hablaba ayer de la transformación experimentada por el Valencia en una semana: «Nunca nadie quiere perder, aunque ha habido momentos en los que nos hemos bloqueado. Queríamos apretar arriba y el cuerpo no nos lo permitía aunque siempre hubo un ambiente espectacular», señaló Mina al término de la sesión de ayer.

En la línea expresada por el resto de la plantilla, Mina agradece la convicción con la que Ayestarán transmite su ideario y con los que se consigue «estar muy cómodo con el trabajo del míster». «Salimos a los partidos con un plan de partido muy claro, lo llevamos a cabo y eso es muy importante para encadenar una racha de victorias», siguió. Mina también se refirió a las provocaciones de Neymar Junior con Antonio Barragán, en el túnel de vestuarios, nada más acabar el partido: «No sé si es que no sabe perder, aunque es un grandísimo jugador. Antonio es un grandísimo defensor. Hubo mucha tensión en el partido. El Barcelona se estaba jugando la Liga. Se ve que voló algo. Vi algo, lo esquivé y me metí para dentro para celebrarlo», dijo, en alusión a la botella lanzada por el brasileño.