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Off the record

¿Europa League? no, gracias

¿Europa League? no, gracias

Apenas restan tres partidos de Liga para poder guardar en el cajón del olvido la peor temporada del Valencia desde el descenso a Segunda en 1986. Para quienes piensen que el año de Koeman fue peor, conviene recordar que, aunque semi clandestina y agridulce, la Copa del Rey 2008 descansa en las vitrinas de Mestalla. Eso ya no nos lo quita nadie. Metidos de lleno en el día a día, debatiendo al respecto de la hipotética continuidad de Pako Ayestarán a partir del 30 de junio o tirando de calculadora para analizar el sinfín de cábalas que permitirían al equipo meterse en Europa League si acaba séptimo, corremos el riesgo de centrarnos en el árbol en lugar del bosque. Y el bosque dibuja un panorama dantesco a unas semanas vista de bajar el telón del primer proyecto deportivo parido al 100% por el propietario. Lim asumió el control de la Play Station el pasado verano y ha sido incapaz de pasar del modo novato al profesional. No le ha ganado una partida a nadie. No me sorprendería que los ingeniosos creativos de EA Sports desarrollen el modo «Peter Lim» para adaptarse a usuarios que estrenen consola y se atraganten incluso con el nivel más básico. Tres entrenadores en nueve meses, una planificación deportiva en la antítesis de la coherencia, la beca Erasmus a Gary Neville todavía no sabemos muy bien a santo de qué, camiseta en blanco y sin main sponsor incluso para disputar la Champions League€ Me llamó la atención una de las frases que escuché a Paco Alcácer tras su hat trick en la goleada al Eibar: «Esta temporada no hemos hecho nada bien». La sentencia del capitán se refería al vestuario, a los jugadores, sin duda responsables en un porcentaje importante del desastre. Pero es extensible a los despachos con moqueta del club. Aquí y en Singapur. No observo ninguna razón para que la propiedad, Kim Koh, Peter Drape, García Pitarch o el responsable de colocar las veinte banderas sobre la Grada de la Mar no se impongan el mismo nivel de exigencia.

En una entidad enorme y casi centenaria, Annus horribilis como el que nos ocupa deberían tener como consecuencia una profunda catarsis. Creo que Layhoon está en ello. Ya lo dijo entre líneas la presidenta ejecutiva „durante la presentación de Pako Ayestarán como entrenador del Valencia hasta final de temporada„ cuando musitó entre dientes que García Pitarch iba a tener «mucho trabajo» este verano. La lista de transferibles se mueve en una cifra de entre once y trece jugadores. Aunque más que de transferibles, la lista es de deseos. Habrá que ver por cuántos de ellos llegan ofertas y con riñón para asumir las importantes fichas de las que hablamos. Por eso estos días, me planteaba si no sería mejor que el equipo acabe octavo. No vaya a ser que, con el subidón de la clasificación para competiciones europeas, alguno se vaya de rositas y siga entre nosotros. No vaya a ser que, entre olas mexicanas y victorias en Can Barça, este año de ruina y angustia, a alguno todavía le parezca bueno. Que de todo hay en la viña del señor. La gran mayoría no hemos olvidado el 7-0 del Camp Nou, el desastre de Gent o las derrotas contra Sporting, Betis o Real Sociedad.

Es más, teniendo en cuenta que la Europa League solo genera dividendos de importancia llegando a la final y ganándola, el asunto aquí es centrarse en disputar la Champions League tan pronto como sea posible. Como muy bien indicaba por cierto aquel business plan de Peter Lim ante Bankia que, como la gran mayoría de proyecciones a futuro son eso: hipótesis, deseos, parlar per no callar. Nada que ver con la cruda realidad. La primera de las diez temporadas consecutivas en las que, según Lim, el Valencia iba a clasificarse para la máxima competición continental casi acaba en un peligroso flirteo con el descenso. Aunque impopular y políticamente incorrecto, el planteamiento es sencillo. Sin la pesada carga y la exigencia que genera Europa, con muchas semanas despejadas y en las que únicamente hay que centrarse en el partido del viernes o el lunes -prepárense-, el nuevo proyecto tendrá más tiempo para solidificar, Ayestarán o el nuevo técnico más entrenamientos para definir una idea de juego y el equipo más poso para ser competitivo en Liga y poder acabar la temporada entre los cuatro primeros. Que es de lo que se trata.

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