El balance en general de la temporada 2015-2016 es malo. Así de claro. El Valencia CF no ha logrado el objetivo, y el curso se cierra con un rotundo suspenso. No sólo por el hecho de no haber logrado clasificarse para la Liga de Campeones, sino tampoco porque se ha quedado incluso fuera de los puestos que dan derecho a jugar la Liga Europa. En la Copa del Rey tampoco se hizo nada importante. Queda el mal sabor de boca de aquella terrible goleada en Barcelona. Pero además de todo, es que el colofón final que se puso en Mestalla en el partido ante la Real Sociedad, una derrota durísima en el último minuto, refleja bien a las claras lo que ha sido la presente campaña.
Es momento de analizar y mucho lo que ha sucedido, con el baile de entrenadores incluído, y de sentar las bases para el próximo proyecto de la era Peter Lim no vuelva a ser un desastre. Si analizamos al equipo por líneas, nos encontramos con la falta de calidad de algunos jugadores, la irregularidad general, y un sinfín de lesiones que han evitado que muchos futbolistas rindan como se esperaba:
La portería:
Salva el honor
La portería ha sido la línea mejor cubierta. Cualquiera de los tres guardametas ha cumplido con creces. Ha habido algún fallo, pero en líneas generales, se ha demostrado la solvencia y la seguridad que no ha demostrado el equipo. Diego Alves ha sido la confirmación de lo que ya sabíamos, con toda su experiencia „aunque reapareció demasiado pronto de su lesión„, mientras que la apuesta con Ryan cumplió con creces en las oportunidades que disfrutó. El australiano se ha destapado como un portero de mucho futuro. Jaume quizás ha sido lo inesperado. El valenciano ha evidenciado carácter y ganas. Salvó al equipo en más de una ocasión durante la temporada, en muchos partidos fue el héroe, y quizás no vio recompensado su servicio como hubiera sido lo ideal.
La defensa: Hubo demasiados «horrores defensivos»
Recuerdo una frase que dijo Héctor Cúper creo que tras un partido ante el Espanyol. El argentino habló de los «horrores defensivos». Pues bien, es aplicable a lo que ha sido la defensa del Valencia CF esta temporada. Ha sido, sin duda, la línea más floja. Tras la salida de Otamendi había que cubrir ese puesto con un central e garantías, y no se ha logrado hacerlo con suficiencia. Es más, se fichó a jugadores que no dan la talla ni el nivel como Santos o Abdennour. Esa falta de contundencia ha servido para que incluso Mustafi, que fue un baluarte, estuviera por debajo de las prestaciones del año anterior.
Los laterales no han estado acertados. Barragán ha estado muy flojo, mientras que Cancelo ha tenido algún pico superior en algunos partidos. En la izquierda, Gayà no alcanzó el nivel por las lesiones y Siquiera ha arrastrado unos problemas físicos que no le han permitido rendir al nivel.
La media: No se supo imponer
El centro del campo tampoco ha sido el que se esperaba. En la mayor parte de los partidos no se han impuesto. La llegada de Danilo no ha dado un salto de calidad, mientras que Enzo Pérez y Javi Fuego tuvieron muchos problemas físicos.
Parejo, que tenía que ser el faro del equipo mostró sus calidad con cuentagotas. Le perjudicó la llegada de Gary Neville. A balón parado le dio puntos al Valencia. André Gomes estuvo muy gris, alternó buenas y malas actuaciones, pero muy irregular. Los interiores no brillaron. Feghouli nunca estuvo integrado ni concentrado por su renovación. Piatti vivió un año para olvidar y a Bakkali ni se le vio por las lesiones.
La delantera: Ausencia de gol
La delantera estuvo carente de gol. Y así, es imposible. Rodrigo y Mina vivieron una temporada irregular, como una gráfica de empresa, mientras que Alcácer y Negredo no lograron convertirse en el referente ofensivo del equipo. Arriba no llegaron todos los balones precisos y necesarios, pero tampoco hubo un «nueve» definido. Quizás se debió contar mucho más con Alcácer porque se está jugando la presencia en la Eurocopa de Francia.
