¿Puede exportar al Valencia el modelo comercial del Manchester United?

Entre 1999 y 2006 lideramos en el Manchester United una revolución comercial en el fútbol. Ahora, los modelos del Bayern, del Chelsea, del Manchester o del PSG están basados en la obtención de muchas marcas, muchos mercados y más contratos locales. Nosotros, sin embargo, creemos en menos marcas, más profundas, más duraderas y más dispuestas. Menos es más.

¿Hay grandes diferencias en el trabajo de un club y otro?

No hay grandes diferencias entre lo que vende el Manchester y el Valencia o el Levante. La única diferencia es el valor y la escala. El Manchester recibe 56 millones de libras esterlinas de Chevrolet por la publicidad en la camiseta y el Levante recibirá un millón de su patrocinador. El United tiene 600 millones de seguidores, entendiendo como seguidor desde el simpatizante hasta el fanático, y el Valencia, 61 millones. Ese número es un objetivo comercial. Aunque no conocemos sus nombres, debemos establecer una relación con ellos y obtener un dinero.

El Valencia ha reducido casi a la mitad, de 20 a 10 millones, sus beneficios comerciales en un año.

Los ingresos comerciales provienen de las entradas a los partidos, de los derechos de televisión y de los productos de merchandising. Pero todo viene dado por los resultados del primer equipo. Para nosotros es mucho más difícil negociar ahora que a principios de temporada pasada.

Cuando llegó pretendía obtener por el patrocinio de la camiseta 10 millones de euros. ¿A partir de qué cantidad aceptaría ahora un sponsor por la publicidad en la camiseta?

Entre seis y ocho millones. Estamos teniendo conversaciones serias con dos empresas.

¿De qué sector preferiría el patrocinador?

Del tecnológico. Si tenemos 61 millones de simpatizantes y conseguimos hablar directamente con un 10 % de ellos, a través de teléfonos o de otros mecanismos en los estadios, eso va a suponer dinero. Mi cumpleaños es el 2 de mayo, el mismo día que el de David Beckham. Si yo, como seguidor del United, recibo un mensaje de felicitación de Beckham, me va a hacer feliz. El de Ryan para un australiano o el André Gomes para un portugués. Los aficionados son, emocionalmente, los dueños del club y necesitamos conectar con ellos a través de la tecnología para compartir e interactuar. Sería magnífico para nosotros. En 2000, el Manchester cambió de Sharp Electronics a Vodafone.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido del fútbol español?

El tributo que se les da a los presidentes y directivos. Nadie sabe quién es el director ejecutivo del Chelsea y Abramovic nunca dice nada. Aquí (en Valencia) Layhoon no puede salir a la calle. Hasta a mí me han pedido algún autógrafo. En siete años en el Manchester nunca firmé un autógrafo. Los importantes son los jugadores. En España, los dirigentes del fútbol se acercan a él para ser reconocidos socialmente. Para mí es chocante la importancia que se les da a lo que dicen o lo que hacen.

¿De qué está orgulloso de este año en el Valencia?

Me he adaptado a la cultura y he unido a la gente dentro de la organización del club. La he cohesionado. Y eso es muy difícil cuando no se gana. Desde enero estamos trabajando en la campaña de abonos para la próxima temporada, en los precios, en los materiales, en los patrocinadores, en el todo de voz que utilizamos para explicarnos, en cómo vamos al mercado... Estamos orgullosos de la reacción de la gente después de una temporada no buena.

¿Puede decir los precios de los abonos del próximo curso?

Lo sabrá el 1 de junio. No podemos decir todavía si subirán o bajarán. Los fans entenderán lo que vamos a hacer. El fútbol es una cultura del entretenimiento y de la comunicación.

¿Quién pone los precios, la presidenta?

Los pongo yo. Mi responsabilidad es todo lo que tiene que ver con el dinero: las licencias de un osito de peluche, los abonos, el shopping, los servicios sociales... Este negocio tiene mucha patas y todas dependen del rendimiento en el campo.

¿Serán sensibles en el precio de los abonos a la crisis del país?

Tenemos en cuenta si el país está en crisis, el desempleo, el poder adquisitivo de los jóvenes... somos sensibles a eso. En el Manchester United no puedes comprar entradas. Están agotadas. Nosotros sí tenemos espacio, la gente se va haciendo mayor y nuestra política de comunicación con los jóvenes no ha sido buena. También debemos comprender a los que vienen de fuera, de los pueblos alejados a más de 40 kilómetros de Valencia.

Ha habido muchas críticas a la política de abonos del curso pasado.

Yo también sería crítico. Fuimos al mercado sin prever lo que iba a pasar. Deberíamos haber vendido todo junto y no separado, por paquetes, uno para la Champions, otro para la Liga, otro para la Copa... nos creamos un problema. Porque un aficionado mira el grupo de Champions y dice: «No es atractivo, demasiado caro, no me lo saco». La gente quiere saber por lo que paga. No se repetirá lo del año pasado.

¿Está contento con Adidas (la empresa que surte de ropa al Valencia)?

Sí, muy contento, es una de las tres grandes marcas de ropa del mundo y tiene dos años más de contrato con nosotros.

Pero, por ejemplo, aquí en Singapur cuesta encontrar una camiseta oficial del Valencia a pesar de ser el país de su dueño.

Esperemos ser más importantes para ellos y vender mas productos por más partes del mundo, incluso Singapur.

¿Cuándo conoció a Peter Lim?

En 2000. Él tenía una empresa, FG Benjamin, con la que hicimos negocio.

¿Cómo es?

El hombre de negocios más fácil de llevarse del mundo. Un apretón de manos suyo vale más que un contrato. Es un mago de los números. Puede retener de memoria cada número de un balance de un contrato. A veces da un poco de miedo (jajaja). Es humilde y fiable, el dueño perfecto.

Y si es un lince de los números, ¿qué pasó con los fichajes que le endosó Mendes, muchos sobrevalorados?, ¿lo engañó?

El fútbol es un negocio anormal. La dificultad es mucho mayor. Fichas jugadores, son buenos, son malos... nadie puede asegurar cuál será el rendimiento de un futbolista. Dependes del rendimiento de 11 jugadores para satisfacer a 61 millones de fans. Construir un coche no es tan difícil.

¿El club es estable económicamente?

Sí, hay dinero en el banco. La situación es buena, no como en los últimos 10 años, cuando cualquier otra empresa, en esas condiciones, se habría cerrado. El Valencia tuvo que vender a Villa, a Silva y a otras figuras pra sobrevivir.

Ya no quedan jugadores de ese nivel en el Valencia. ¿Hay alguno de los actuales con tirón comercial?

No, un Beckham o un Cristiano nace cada muchos años. Pero, ¿qué jugadores tienen tirón en el Leicester? Preferimos construir un espíritu de equipo. Con 11 mascheranos o 11 roy keanes, que sería capaz de matar a su abuela en un partido. O Simeone en el Atlético. Que los fans los puedan sentir y estar representados por ellos. Para Alex Ferguson lo más importante no son los directivos, sino los jugadores y los fans, que pueden haber estado 12 horas trabajando en una fábrica. Eso es lo que debemos construir.

¿Cómo es Ferguson?

El mejor. Honestidad, trabajo y el equipo y el club por encima de cualquier individualidad. Yo adoraba a Stam (el central holandés del United), pero hizo algo mal y Ferguson se lo cargó. Eso es fortaleza. ¡Fuera!. Parecido con Beckham. Si no trabajas, si no hay compromiso, fuera.

¿Y por qué le gustaría que el Manchester fichara a Mourinho?

Porque representa una fortaleza de carácter que mezcla con el Manchester. Mou sabe que el número 1 no es él sino Ferguson.

Por último, ¿qué va a pasar con el nuevo viejo Mestalla?

Estamos pensando cómo resolver un diseño en el que la pista de atletismo aleja tanto a los aficionados. Es un desastre desde el punto de vista del ambiente en las gradas y también desde el punto de vista comercial. El arquitecto que lo diseñó y que sigue con nosotros (Mark Fenwick) no lo habría diseñado nunca así. Queremos inaugurarlo en 2019 (año del centenario) y, para eso, debemos empezar las obras pronto. Hay un plan de negocio.