La renovación radical que el Valencia quiere acometer en su plantilla será lenta, cargada de paciencia y ocupará buena parte del verano. La razón está en la masa salarial de los descartes valencianistas, difícil de absorber por el mercado. Es el caso de Álvaro Negredo. El delantero madrileño, de momento, no recalará en el Milan, el equipo que más había sonado para hacerse con sus servicios, al no poder asumir su ficha, de 3 millones de euros netos por temporada, que el jugador no es partidario de rebajar.

Negredo ya ha sabido, por boca del entrenador, Pako Ayestarán, que no entra en los planes del nuevo proyecto, pero su salida queda congelada de momento. Otra opción sería que Negredo recalase en alguna de las llamadas ligas emergentes, como China, que ya ha sonado en el pasado y que sí podría cubrir su salario, pero el jugador preferiría quedarse en Europa. El de Negredo no es el único ejemplo. En el Valencia se asume que habrá problemas para encontrar acomodo a los jugadores. Tres factores se unen en contra. El primero, el elevado sueldo de muchos de los jugadores, imposibles de satisfacer para los clubes interesados. Además, tampoco ayuda la pésima temporada del Valencia y el irregular rendimiento de estos jugadores (casos de Santos, Abdennour, Enzo o Negredo, más los cedidos De Paul u Orban...), cuyo caché se ha visto reducido con la excepción si acaso de Cartabia.

Por último, hay que advertir que la situación financiera de la mayoría de los clubes no es boyante, a excepción de los principales conjuntos de los grandes ligas. Solo un torneo en toda Europa, Inglaterra, que todavía no ha accionado la maquinaria de fichajes, tiene repartida su capacidad adquisitiva entre todos los equipos de la Premier.

Verano de Eurocopa

En la demora del mercado de fichajes interviene otra circunstancia, como la Eurocopa, todo un escaparate en el que se fijan muchos clubes antes de abordar sus incorporaciones más relevantes. La Eurocopa también es un torneo propicio para reactivar la cotización de los jugadores que han tenido una mala temporada. Sin embargo, los representantes valencianistas en el torneo, André Gomes y Shkodran Mustafi, tienen un alto valor de mercado, no necesitan ser «colocados» y el club cuenta con ellos.

A estos aspectos se refería ayer Pako Ayestarán. El técnico reconoció que la configuración de la plantilla será un proceso complejo: «El club está trabajando pero nos tenemos que preparar para un verano largo. Es un verano de Eurocopa. Soy consciente y sé qué va a pasar, que quizás empecemos la pretemporada y no todo esté cerrado», indicaba. El técnico insistió en que se buscará fichar un perfil de jugador muy comprometido con el club: «Lo que tenemos que firmar son jugadores y además personas. Personas que sepan lo que es el valencianismo, que sepan la responsabilidad de hacer feliz a tanta y tanta gente. Tendremos que ser muy cuidadosos a la hora de firmar a los jugadores».

Ayestarán pronunció estas declaraciones durante la Family Weekend, la fiesta de la afición promovida por segundo año por el club. La respuesta del público fue masiva y entusiasta ante la presencia de Ayestarán, Layhoon Chan, Jesús García Pitarch y los jugadores Alcácer y Jaume. Un aspecto a considerar después de una temporada «frustrante», según Ayestarán, y después de que la acogida inicial a la renovación del técnico haya sido fría: «Es impresionante que después de una temporada de frustración, que la gente esté detrás, denota que este Valencia es grande. Si un club existe es por sus aficionados, es su razón de ser. El aficionado de verdad se va a sacar el pase sí o sí siempre».