El 25 de agosto de 2016 no será recordado por Paco Alcácer como uno de los mejores días de su vida. El delantero del Valencia Club de Fútbol afrontaba la salida del sol por el horizonte del mar Mediterráneo entre críticas y decepciones procedentes de la afición de Mestalla. La tarde anterior, le comunicó a la presidenta Layhoon Chan su intención firme de marcharse traspasado al Fútbol Club Barcelona, equipo con el que habían pactado su salida tanto el jugador como el máximo accionista Peter Lim.

Alcácer llegó a la ciudad deportiva de Paterna poco después de las ocho y cuarto de la mañana para desayunar con el resto de sus compañeros de la plantilla, antes de ponerse bajo las órdenes del entrenador Pako Ayestarán. Con puntualidad inglesa, el entrenador vasco comenzaba a las nueve de la mañana un entrenamiento en el que dividió a sus jugadores en dos grupos. En el primero, que coincidía con el tiempo establecido para la toma de imágenes por parte de la prensa, no se encontraba el futbolista de Torrent, que en ese mismo instante se ejercitaba en el interior del gimnasio con el segundo grupo.

Una hora después, Ayestarán daba paso a los siguientes 12 jugadores, con la única baja de Fede Cartabia, que no llegará con casi toda seguridad al partido del Eibar, entre los que sí se pudo ver a un Alcácer serio pero concentrado en las actividades marcadas por los diversos preparadores físicos. El jugador de 22 años, que no tiene otra cosa en mente que no sea recalar en el Camp Nou, se ejercitó con total normalidad e incluso se le vio bromear en varias ocasiones con algunos de sus compañeros.

Pasadas las once de la mañana, comenzaba el goteo de salida de los futbolistas del Valencia. Allí les esperaban una decena de aficionados que pretendían obtener la firma y una fotografía con sus ídolos futbolísticos. Pero Alcácer no se detuvo ante las llamadas de los allí presentes y salió de las instalaciones deportivas de Paterna a toda velocidad con su vehículo deportivo blanco.

Por la tarde, el futbolista aguardaba en su domicilio mientras los dos clubes todavían se encuentran negociando su traspaso, el cual se espera que se haga oficial antes del fin de semana, cuando el Valencia se enfrente al Eibar en Ipurúa.

Todos los tienen claro

De no ser así, Alcácer no viajará con sus compañeros salvo giro radical de la situación. A ninguna de las tres partes le conviene tomar riesgos. Ni al Valencia CF. ni al FC Barcelona ni al jugador le interesa que se pueda producir una lesión y lo normal es que el delantero se quede en tierra. Físicamente no tiene ningún problema, de hecho ayer entrenó con absoluta normalidad y en todo caso tendrá que ser Pako Ayestarán el que tome la decisión a sabiendas de que no conviene exponer a Alcácer a una lesión que pueda entorpecer. Incluso ayer la edición digital del rotativo barcelones Mundo Deportivo afirmaba que Álcacer no quería viajar a tierras vascas.