El Valencia espera a tener atado a un nuevo delantero antes de oficializar la salida de un jugador con el hondo calado simbólico de Paco Alcácer. Ese es el motivo por el que el atacante de Torrent sigue luciendo el escudo del murciélago, y la razón por la que ayer se subió ayer al avión que desplazó al Valencia al aeropuerto de Bilbao, camino de Eibar, a pesar de que su traspaso al FC Barcelona es un hecho consumado al que solo falta revestirlo de oficialidad.

Mientras que Shkodran Mustafi se desplazó ayer mismo a Londres para rematar su incorporación al Arsenal, Paco Alcácer dilataba la despedida del que ha sido hasta el momento el club de su vida. Varias son las razones del club y de Pako Ayestarán para tomar una medida que debe entenderse como simbólica. El traspaso, aunque muy avanzado, todavía no es oficial. La intención del Valencia es no hacer pública la marcha hasta que se tenga cerrada la llegada de un sustituto, con la negociación paralela con el Barça para fichar a Munir El Haddadi. El delantero hispano-marroquí, de 20 años, es la primera opción pero tampoco se descarta que, con el saldo favorable tras las últimas ventas millonarias, el Valencia aborde la contratación de un ariete de perfil más contrastado y mediático. Una apuesta de envergadura económica y que depende casi exclusivamente de la voluntad personal del propietario, Peter Lim.

Además, a pesar de su inclusión en una convocatoria en la que habrá que realizar un descarte, Ayestarán ensayó ayer con un tridente atacante formado por Santi Mina, Rodrigo Moreno y Nani. Incluso en el caso de que el extremo portugués no se recuperase a tiempo de sus molestias, sería Zakaria Bakkali quien entrase en la alineación. No obstante, con el jugador todavía en nómina del Valencia, con toda la presión que acumula el primer equipo tras una pretemporada errática, el fiasco del estreno liguero contra Las Palmas y sin otro delantero centro nato en el equipo, Ayestarán ha preferido citarlo.

Su convocatoria no tiene una lectura de medida de presión hacia el Barcelona en la recta final de unas negociaciones plenamente encarriladas. De hecho, Ayestarán hablaba del delantero de Torrent casi en pasado, asumiendo públicamente su partida, en su comparecencia de prensa previa al encuentro en Eibar. «La situación con Alcácer es distinta a la acontecida con Mustafi. El club pone todos los ingredientes y luego se toma la decisión, que está siendo bastante sensata. Deportivamente está bien. Si está en la convocatoria es que está bien para jugar», afirmaba el entrenador, sin dar más pistas que las ofrecidas en los ensayos del entrenamiento.

Entre líneas, el entrenador vasco daba cuerpo a la marcha de Paco Alcácer con un símil. El preparador recordó la despedida, en su día, de Fernando Torres del Atlético, donde era un jugador con la misma proyección, juventud e identificación a unos colores que Alcácer con el Valencia, en dos momentos deportivos bajos de los dos instituciones. «También pasó con Fernando Torres. Yo se lo pregunté a Fernando [cuando el delantero madrileño coincidió con Ayestarán en las filas del Liverpool]. Ahora vosotros se lo tendréis que preguntar a Paco».