La portería vuelve a convertirse en uno de los grandes rompecabezas del Valencia. A falta de 24 horas para el cierre del mercado, no hay visos de que el descartado Diego Alves vaya a abandonar el club, por lo que se reproduciría un serio problema de convivencia en el equipo, al cohabitar tres guardametas de primer nivel. Ante la dificultad de deshacerse del meta brasileño, el Valencia se planteó en las últimas semanas traspasar a Mat Ryan, que goza de buen predicamento en el mercado. Una salida de emergencia desactivada personalmente por el propio Peter Lim. El propietario del club se reafirma en que la apuesta pasa por mantener al cancerbero australiano y a Jaume Doménech.
La preferencia del Valencia por Ryan responde a una estrategia institucional. Se le considera, con 24 años, una realidad de presente con proyección de futuro. Así se lo comunicó el club en el mes de febrero, cuando planteó a la entidad su salida una vez que Alves recobró la titularidad tras recuperarse de su lesión. Esa predilección se hizo patente en el mes de mayo durante la gira por Singapur, donde Ryan fue presentado por el director deportivo, Jesús García Pitarch, como «our first goalkeeper» „nuestro primer portero„ en un acto en una escuela privada australiana.
Pero esa planificación se ha topado con la realidad del mercado. Alves sólo se planteaba salir del Valencia siempre que fuera a un club de primer nivel y con la posibilidad de jugar. Las dos alternativas que se perfilaron, Barcelona y Sevilla, se cerraron, al decantarse finalmente por Cillessen y Sirigu, respectivamente.
Jaume también es intocable para el Valencia, que está encantado con la aportación deportiva y los valores de solidaridad, trabajo y sentimiento de pertenencia que aporta al colectivo el guardameta de Almenara. Jaume tomó la alternativa en el primer equipo la temporada pasada, con las lesiones de Alves y Ryan, y respondió con un nivel notable. Bajo ningún concepto el Valencia se plantearía relegarlo a la grada como tercer portero.
En juego la convivencia
¿Y ahora qué? La convivencia interna en el equipo queda en jaque, con una competencia por la titularidad que dejaría siempre dos valiosos significados. Mientras que la concurrencia entre Ryan y Jaume ha sido siempre modélica, más dudas existen con Diego Alves como tercer elemento. De sobra son conocidas las fricciones que el exguardameta del Almería ha tenido en el pasado con otros porteros cuando no tenía garantizada la titularidad. Como muestra, en diciembre de 2013 se encaró con el técnico Nico Estévez cuando eligió a Guaita para ser titular ante el Madrid. Un nerviosismo que se recrudeció en los últimos días de la concentración en Inglaterra, donde no jugó ningún minuto contra el Bournemouth y Crystal Palace. La patata caliente recae en Ayestarán. El técnico ha obedecido de momento a la estrategia del club, pero también tiene una alta consideración de las virtudes como guardameta de Alves, tanto por calidad como por experiencia.
