Si no hubiese sido futbolista profesional, Salvador González «Voro» (l´Alcúdia, 52 años) podría haber sido bombero. El hasta el miércoles delegado del primer equipo y ahora entrenador «interino» del Valencia „tal como se recalca de forma insistente desde el club„ ha demostrado, hasta en tres ocasiones, ser capaz de apagar los fuegos de Mestalla. Lo ha hecho con un bagaje más que solvente (seis victorias, un empate y una derrota en ocho partidos como técnico). Sin embargo, esta noche se enfrenta al cuarto conato de incendio en plena convulsión valencianista tras el fulminante despido de Ayestarán y ante un rival inquietante, el Alavés, que ha ganado en el Camp Nou y ha empatado en el Calderón. Para rizar el rizo, en el banquillo vitoriano estará sentado un viejo conocido, Mauricio Pellegrino, al que, casualmente, Voro sustituyó en el Valencia allá por 2012.

A todos estos elementos inflamables se suma una plantilla desorientada después del cese de Ayestarán, sumergida en un mar de dudas tras encadenar cuatro derrotas y con la moral rozando el suelo. Por eso, Voro dirigió ayer su primera sesión de entrenamiento con el semblante serio pero tranquilo. Todos conocen cuál es la situación y los nervios no entran en el plan de salvamento, de carácter transitorio hasta el aterrizaje del próximo entrenador. Ese casting ya está en marcha.

«Revertir la situación significa conseguir resultados. Estamos necesitados de resultados. Por lo que a nosotros respecta estamos en ello. Es la primera piedra para crecer», aseguró ayer Voro en rueda de prensa finalizado el entrenamiento. No es la primera vez que el exlateral coge el toro por los cuernos en mitad de la corrida, aunque sí tan pronto, en la quinta jornada. «Por desgracia no es la primera vez. En el fútbol nadie marca los plazos. Los acontecimientos se suceden y se ha producido esta situación. Después de varios resultados hemos llegado hasta aquí. No podemos controlar estas cosas», explicó.

El de la Ribera, además, destacó que quizá, después de haber tenido que socorrer al equipo cuatro veces, hay algo que no funciona adecuadamente en el club. «Cuando suceden los cambios es que se han cometido errores. Veo que la dirección del club intenta hacerlo lo mejor posible, pero en algunas cosas no ha acertado . Lo más importante es la voluntad de hacer las cosas bien. Esperemos que en lo sucesivo haya un porcentaje grandísimo de acierto y con tiempo veamos este momento como pasado», agregó el hasta ahora delegado de la primera plantilla.

En este sentido, preguntado sobre si, en el caso de que la dirección del club se lo propusiese, aceptaría quedarse como entrenador hasta final de la temporada, Voro descartó seguir más allá de los próximos partidos. «Quiero cerrar esa puerta. Entiendo que seré el entrenador mañana „por hoy„ y supongo que el domingo. Es algo que no controlo. Estoy a disposición del club», dijo.

Entre la espesa bruma que rodea el banquillo valencianista, el Valencia se juega esta noche abandonar del sonrojante farolillo rojo de la tabla. Voro sabe bien que eso no será sencillo, aunque el rival sea un recién ascendido. «El que crea que cambio de entrenador significa victoria segura que sepa que la dificultad es la dificultad. Sabiendo eso vamos a intentar competir con la máxima implicación. Si estás bien preparado seguro que la mayoría de veces tienes más opciones de ganar. Es momento de pocas palabras y los jugadores saben la situación. Van a rendir y darlo todo», apuntó.

Al respecto, confesó que para la plantilla ha sido un «mazazo» la destitución de Ayestarán. «No es una situación agradable. Sobre lo que ha pasado no podemos hacer nada ni perder el tiempo. Es pasado. A los jugadores les intento hacer ver hacia el lugar en el que nos dirigimos», aclaró el «interino».

Por otro lado, Voro varió ayer las pautas establecidas a principio de semana y citó a los jugadores esta mañana para llevar a cabo un último entrenamiento antes de confeccionar la lista de convocados. Aún así, no se esperan demasiados cambios sobre el césped. Voro no podrá contar con las bajas de Ryan, con un esguince de rodilla, y de Garay, con una lesión muscular en el bíceps femoral. Así, Alves se perfila como meta titular, con Montoya, Aderllan Santos, Mangala y Gayà aspirando a repetir como defensa inicial. En el centro del campo puede regresar Enzo Pérez para acompañar a Mario Suárez y Parejo. En la delantera, Santi Mina, Nani y Munir tienen muchas opciones de encarnar el tridente ofensivo, como en San Mamés.