Dos años después del aterrizaje oficial de Peter Lim en Mestalla, el tiempo ha demostrado la inestabilidad de su proyecto. Era difícil de superar en un club como el Valencia, históricamente inconformista. Con la destitución, ayer, de Pako Ayestarán, han pasado ya 4 entrenadores por el banquilllo durante el gobierno del empresario de Singapur. Uno cada 6 meses, aproximadamente. Desde Pizzi, avalado por el expresidente Amadeo Salvo, despedido por Lim para dar paso a Nuno Espírito Santo, hasta Ayestarán, pasando por su amigo y socio Gary Neville. La apuesta por el exfutbolista del Manchester United resultó ser un fracaso absoluto la temporada pasada, pues llevó al Valencia a su peor situación deportiva desde el año del descenso, en 1986.

Era complicado empeorar los números de Gary Neville y lo ha hecho Pako Ayestarán, con quien el Valencia ha firmado 7 derrotas consecutivas en la Liga, 4 en el arranque de esta temporada. Mientras que el británico, en su primera aventura seria en los banquillos, consiguió 0,29 puntos por partido (14 de 48 posibles), el técnico vasco ha registrado una marca de 0,27 (10 de 36 posibles). Un desastre que lo lleva directamente, con los números en la mano, a ser el peor entrenador de la historia del Valencia.

El primer sacrificado fue Pizzi, despedido del club en el verano de 2014 como un gesto de autoridad del nuevo dueño. No valió que el entonces director deportivo, Rufete, respaldado por el presidente, Amadeo Salvo, avalara su continuidad para construir el nuevo proyecto deportivo del Valencia. Pizzi llegó en diciembre de 2013 para enderezar el rumbo desnortado de Djukic y no pudo evitar acabar décimo en la Liga, pero recuperó los valores competitivos del Valencia de toda la vida. Lo dejó a un minuto de la final de la Liga Europa, tras haber remontado anteriormente un 3-0 al Basilea (5-0 en Mestalla) y, puntualmente, un 2-0 al Sevilla (3-0 hasta el gol de M´bia). De nada sirvió que Rufete («Pizzi es nuestro entrenador», llegó a decir al terminar la temporada) apostara por el argentino, porque Lim ya tenía la decisión tomada: dejar el proyecto deportivo en manos del agente Jorge Mendes. El portugués eligió a uno de sus amigos personales, Nuno. No importaba su discretísimo currículo porque lo promocionaría en el Valencia. Al entrenador del Rio Ave no le fueron mal las cosas en su primera temporada, pero sus limitaciones salieron a relucir nada más iniciarse la segunda.

Visto el fracaso, Lim tomó la decisión de llamar a su amigo Gary Neville. El técnico inglés tardó más de dos meses en sumar su primera victoria, después de que el Valencia sufriese su mayor humillación histórica (7-0 en la Copa, ante el Barcelona) desde la noche de Karslruhe. Un mes y medio después, sin más signos de mejora, fue destituido. Después del Mundial dejó su otro cargo, el de segundo técnico de Inglaterra, que desempeñó con la misma falta de conocimientos que en Mestalla.

Con el adiós de Ayestarán, el Valencia busca su noveno entrenador en 4 años. Desde el adiós de Emery en 2012, han pasado por el banquillo Pellegrino, Valverde, Djukic, Pizzi, Nuno, Gary Neville y Ayestarán, además de ejercer el cargo en funciones Óscar Fernández y Voro, de nuevo en la línea de fuego.