Llámenlo sentido común, conocimiento del oficio o varita mágica, el caso es que Voro ha cambiado al Valencia en solo cuatro días. Con tres consejos prácticos y un par de retoques tácticos, el cuadro valencianista vuelve a creer en sí mismo, los jugadores vuelven a sentirse de primera líneas y la hinchada (unos 400 desplazados esta mañana a Butarque) recupera el orgullo dañado. El Valencia ha ganado esta mañana en Butarque, su segunda victoria seguida con Voro en el banquillo, gracias a la irrupción de un Nani esta vez sí a la altura de su prestigio, un Parejo dominador de los tiempos del encuentro y el resto se ha unido y ha sabido sufrir. El Valencia tuvo la fortaleza anímica para remontar con los tantos de Nani y Mario Suárez, los dos estrenándose como goleadores en el club de Mestalla. Diego Alves paró un penalti y el Valencia, a la espera del nuevo entrenador, puede dormir tranquilo ante la visita el próximo domingo del Atlético a Mestalla.

Diego Alves tiene un problema serio con las salidas. Sale tarde y mal. Como en esa pelota al borde del área a la que acudió a cámara lenta y pateó al balón a lo loco, en concreto sobre la cocorota de Mangala, que quedó aturdido sobre el césped. Al meta brasileño se le escapaba media sonrisa porque le hacía gracia el pelotazo a su compañero en la zaga. Pero la consecuencia no fue tan simpática para su equipo. El Leganés aprovechó la ausencia de Mangala, atendido en la banda, para atacar el punto débil valencianista. Abrió a la derecha, Gayà no tapó como debía a Omar y el centro a pie cambiado de este con la zurda lo cabeceó Szymanowski al segundo palo, desatendido por Montoya. Un cúmulo de despropósitos. Es el quinto gol de cabeza en contra en estas seis jornadas de Liga. El juego aéreo defensivo es un drama para el Valencia.

El conjunto de Voro entró en una fase nerviosa hasta que un error en la cesión a su portero del centro del campo local cambió el rumbo del encuentro. Rodrigo corrió con mucha fe hacia la pelota dividida. Tocó con la puntera el balón antes de que llegara al meta Serantes, al que arrolló con la rodilla. Nani recogió la pelota suelta y la colocó junto al palo derecho. El meta reclamó una falta que sí pareció.

El Valencia salió más decidido tras el descanso. Entró en ebullición Nani y dinamitó el partido desde el extremo izquierdo. Trazó una diagonal en carrera en busca de ángulo para el disparo. El tiro lo prolongó a gol Mario Suárez ante la sorpresa general. El mediocentro madrileño había acusado nerviosismo hasta entonces, fallando pases muy fáciles, sin confianza. El gol fue un subidón de autoestima para él y para el equipo.

Alves volvió a equivocarse en una salida, esta vez pifió un puñetazo al aire y después se abalanzó sobre el delantero: penalti. El meta brasileño iba a redimirse con un paradón al lanzamiento de penalti de Szymanowski. Alves ha parado el 48% de los penaltis desde que está en España. Ua hazaña. El Valencia pudo rematar el encuentro con acciones inteligentes de Nani, Rodrigo y Parejo. Voro dio paso a Munir para retener el balón y, a falta de cinco minuto a Abdennour para despejarlo. Controló el juego sin problemas hasta el final y el público de Mestalla ya tiene un ídolo al que adorar: Salvador González, Voro.