En medio de la convulsión que produce el cambio de cinco entrenadores en dos años, el dueño del Valencia, Peter Lim, ha enviado un hombre de paz a Mestalla, el diplomático Anil Murthy, un ejecutivo de la minoría india de Singapur. Las maneras suaves de Murthy delatan su experiencia de cuatro años como diplomático del gobierno de Singapur en París, así como su facilidad para los idiomas: se desenvuelve con soltura en castellano después de tan solo un mes de clases. Su misión será la de trasladarle al dueño cómo palpita el corazón valencianista, tan desengañado en los últimos meses por la cadena de fracasos del primer equipo.

Al enterarse de la edad media de los abonados del Valencia CF, 43 años, Anil Murthy se ha puesto como primer objetivo tratar de rejuvenecerla. En sus primeras tomas de contacto con la realidad social de Mestalla, cree haber entendido que la chavalería valenciana prefiere afiliarse a otros clubes con mucho más recorrido mediático, el Madrid y el Barça.

Ingeniero de carrera

Amil recibió la llamada de Peter Lim y, antes de aceptar la oferta, se trasladó unos días a Valencia con su familia para conocer la ciudad y el ambiente de primera mano. Tardó poco en dar el sí porque, según cuenta, sus hijos se encontraron como en casa desde el primer momento. Licenciado en Ingeniería Electrónica e Industrial en París, Anil será elegido consejero ejecutivo en la próxima junta general de accionistas del Valencia, el 4 de noviembre, junto a otros dos consejeros nuevos, el exjugador Juan Cruz Sol y la abogada Auxiliadora Borja.

Anil pretende conocer bien Paterna y viajar con el primer equipo antes de asumir la portavocía a poco que empiece a hablar un castellano fluido (y no tardará mucho). Ajeno todavía a los grandes problemas de la sociedad (la multa de la Comisión Europea o qué hacer con el nuevo-viejo estadio), Murthy quiere centrarse en la imagen del club en el mundo digital y en la proyección internacional de la entidad. Limitada Layhoon por sus dificultades para aprender español, Anil piensa que el idioma es la llave para saber qué siente Mestalla.