La ilusión de los aficionados que ayer llenaron la sala de la Agrupación de Peñas del Valencia CF con la presencia de Cesare Prandelli, quedó equilibrada con la serenidad que transmitió el técnico italiano. Equilibrio, precisamente, fue otra vez el concepto más recurrido por el técnico de Brescia, al que se le vio muy cómodo en su primer compromiso público ante los aficionados. Sonrió, bromeó cuando le preguntaron por los posibles fichajes y llegó al corazón de la gente al hablar del alma del Valencia. Del cuore. «Estoy muy emocionado, muy feliz, porque siento el alma y el corazón de este equipo», dijo. «Es este sentimiento el que hace que el Valencia sea un club glorioso. Desde el primer día, siento esa química, con un gran ánimo de sus aficionados. Me emociono porque veo que en el Valencia hay amor por hacer las cosas. Transmitís mucho sentimiento», dijo con ese tono tierno, casi poético, que acompaña a la lengua italiana.

Tal es la química que quiere generar el italiano que sorprendió al personal cuando respondió a una pregunta sobre la costumbre, ya consolidada, de cerrar todos los entrenamientos, a los aficionados. «Volveremos pronto a disfrutar del equipo en los entrenamientos. Quiero que pase un tiempo, pero a partir de este momento quiero abrir una vez a la semana a los aficionados», aseguró el técnico italiano. García Pitarch, en su única intervención, subrayó la idea del entrenador. «El míster había decidido hacer una sesión puerta abierta en el estadio Antonio Puchades el día 9 de octubre (día de la Comunitat Valenciana), pero el césped estaba resembrado y en los otros campos no había espacio para ello», dijo.

Prandelli respondió con mucha prudencia a cada pregunta y utilizó el sentido del humor para evitar las referentes a los posibles fichajes del mercado invierno, una cuestión más que nunca ineludible. «No sé qué pasa, pero cada vez que habláis del mercado falla el micro», dijo dos veces. No le faltó razón. Ocurrió de verdad. «Seré totalmente respetable con los jugadores. Para mí los que hay ahora son los mejores. Cuando tengamos tiempos de trabajar, veremos», salió del paso.

Al finalizar la cena, Prandelli fue preguntado por el reto de mañana ante el Barça. No quiso decir nada, fiel a su carácter cauteloso, defensivo, tan italiano en ese aspecto. Pero sí sobre el estilo de juego, la identidad del equipo. «La receta está en camino sobre el césped. El día que veamos esa química, habrá llegado», explicó.