La afición es prácticamente el único patrimonio no inmobiliario que le queda al Valencia CF. Pese a que el equipo no es propenso a dar alegrías a su hinchada esta temporada, el estadio refleja taquillas que sobrepasan los 30.000 seguidores, aunque la visita sea la del colista. Pese al disgusto del resultado, Mestalla no ruge como antaño. Aún así, y según Cesare Prandelli, el problema del equipo es psicológico. Y el técnico italiano entiende que los pitos no ayudan.

Pero, ¿realmente no hay un problema futbolístico? ¿Pasa todo por concienciar a los jugadores de que se puede hacer algo más, o hay que buscar alternativas sobre el césped?. Un día después del nuevo tropiezo liguero del Valencia CF, y con la obligada pausa para la reflexión, Javier Subirats, ex director deportivo de Mestalla, analiza estos aspectos.

Para Subirats, el diagnóstico está muy claro. «Al Valencia le marcan con demasiada facilidad, tiene la posesión del balón, pero no crea muchas jugadas de peligro, y, cuando llega al área rival, no tiene efectividad a la hora de marcar. Se han marchado Negredo y Alcácer, pero no tienes un nueve goleador. Estamos buscando el equilibrio...pero sobre el alambre. Porque llevamos 5 puntos de 15 posibles», explica.

Para el exdirector deportivo del club, además de mentalizar bien al vestuario, son necesarias otras cosas para poder revertir la situación y salir de la crisis.

Subi entiende que deben llegar refuerzos: «Es necesario reforzar el equipo, se habla de un seis y de un nueve, en el mercado de diciembre. Esa es una decisión de club y de su dirección deportiva. Pero también el entrenador se puede plantear algún cambio táctico para que el equipo sea más sólido en defensa, y no me refiero sólo a la línea de cuatro sino al trabajo colectivo, además de tratar de llegar arriba con más jugadores. En este sentido, no se trataría solamente de tener más posesión, sino de disfrutar de más remate y de más oportunidades de gol porque cuesta mucho marcarlos».

En otro de los aspectos que hace hincapié Subirats es en el de intentar que los jugadores recuperen el nervio necesario para afrontar cada partido.

«A los jugadores hay que exigirles que afronten el partido ante el Granada con la misma intensidad que lo hicieron ante el Barça. ¿Por qué no han continuado jugando a ese mismo nivel de exigencia?», apunta.