Mathew Ryan se siente traicionado por el Valencia y ya busca activamente una salida del club en el mercado de invierno. La suplencia en el encuentro de Copa del Rey en Leganés fue el detonante para decidir cambiar de aires. El portero australiano, con 24 años, necesita jugar, acumular minutos, sentirse importante y conservar su caché a nivel internacional, también con su selección. La posibilidad, factible, de poder jugar el duelo copero de vuelta ante el Leganés tampoco es una consolación que le tranquilice. No quiere pasar otra temporada en blanco y menos cuando el club le prometió que iba a tener un mayor protagonismo en la presente temporada, en la que finalmente Diego Alves ha continuado siendo la primera opción.

Fue hacia el mes de febrero, con el regreso de Alves a la titularidad tras restablecerse de su grave lesión, cuando Ryan consultó al club qué planes de futuro tenía con él, al tener que competir también con otro guardameta de primer nivel como Jaume Doménech. La respuesta de Jesús García Pitarch, con la venia de la propiedad, fue que la idea era convertirlo en el meta del presente y del futuro para el club. Ryan decidió entonces aguantar el resto de la campaña y seguir entrenando con la misma implicación. Sin levantar una palabra y con total entrega para completar su adaptación. Su dominio del castellano es admirado por compañeros y empleados.

Los primeros pasos del club fueron en esa dirección. El viaje a Singapur fue una buena prueba. En un acto en la escuela australiana de la capital asiática, Ryan fue presentado en el auditorio por García Pitarch como «our first goalkeeper». Jaume era otro de los integrantes de una gira que pretendía mostrar a los pilares de futuro de la plantilla, aunque a los pocos meses otros expedicionarios, como Paco Alcácer y Javi Fuego, acabaron siendo vendidos.

El entonces técnico, Pako Ayestarán, obedeció la apuesta del club en pretemporada. En la concentración de Inglaterra, a tres semanas de empezar la Liga, Alves fue el único portero sin minutos en los dos amistosos, ante el Bournemouth y el Crystal Palace. La convivencia se tensaba porque no había novedad de mercado para Alves, que empezaba a exteriorizar su nerviosismo por su situación. Ante la dificultad de dar una salida al meta brasileño, García Pitarch sondeó la posibilidad de dar una salida a Ryan, con buena cotización de mercado. Una alternativa de urgencia que fue desestimada, de plano, por el propio Peter Lim. El dueño de Meriton trasladó sin tapujos que su apuesta para la portería, por creencia deportiva y también sintonía personal, era mantener a Ryan y Jaume. Hasta que expiró el plazo del mercado de verano, Ryan fue el titular. Pero aquel viejo plan ya no se sostiene.