Corría el minuto 118 del partido entre Brasil y Serbia, la prórroga de la final del Mundial Sub 20 de Nueva Zelanda llegaba a su fin con 1-1 en el marcador del North Harbour Stadium, cuando Nemanja Maksimovi? (Banja Kovilja?a, Serbia; 22 años) se plantaba en un mano a mano ante la portería de la canarinha y batía al portero con una sutileza y una templanza impropia de un chaval de su edad.

A Maksimovic, que la próxima temporada jugará en el Valencia, no le traicionaron los nervios. Era el capitán de una selección que hizo historia tras haberse proclamado campeona de Europa Sub-19 en Lituania „tras batir en la final a Francia„, y derrotar en la final del Mundial Sub-20 de Nueva Zelanda a la gran favorita del torneo: Brasil. Maksimovic, que ya había dado el pase de gol a a su compañero Mandic en el primer tanto balcánico, lideraba un equipo de nombres que muy pronto comenzarán a sonar con fuerza en Europa: Mijat Gacinovic, Andrija Zivkovic, Stanisa Mandic o el guardameta Predrag Rajkovic. Todos ellos forman la última gran generación del fútbol serbio.

El padre de la esa brillante selección es un viejo conocido de la afición española: Veljko Paunovic. El exfutbolista aterrizó en el Marbella en el año 1994, club desde el que dio el salto al Atlético de Madrid para, posteriormente, jugar en un sinfín de equipos de la Liga española: Mallorca, Oviedo, Getafe, Tenerife.... Paunovic acabó su carrera deportiva en Estados Unidos, y aceptó el reto de la federación de su país de formar a una selección de chavales que fuera competitiva. El técnico conformó un bloque a base de talento, y le imprimió el toque español del asunto debido a su experiencia en nuestra Liga. En esa selección destacaba Nemanja Maksimovic, un jugador que con el número 8 a la espalda se soltaba hacia el área rival y recordaba un poco a Mijatovic, pero que cuando tenía que jugar de 6, y debido a su envergadura „mide 1´90 metros„, tenía un aire a Jokanovic. Era el centrocampista completo.

El Valencia ya le había puesto los ojos años ha a Maksimovic. En un concienzudo trabajo de seguimiento, la secretaría técnica del club de Mestalla ya había seguido aquella Eurocopa del 2013 en Lituania y el Mundial Sub 20 de 2015 en Nueva Zelanda. Pero nadie imaginaba que Maksimovic, un futbolista de su proyección, pudiera recalar en Mestalla y gratis.

En Champions con el Astana

Todo apuntaba a que su destino iba a ser Italia más y cuando, pese a su juventud, debutó con el Astana en la Liga de Campeones. El Astana fue el primer equipo de Kazajistán que logró clasificarse para su fase de grupos. Contra todo pronóstico, el equipo liderado por Maksimovic eliminó en las previas al Maribor, Helsinki y APOEL. Y el serbio disparó su caché. García Pitarch estuvo ágil a la hora de cerrar el acuerdo con un futbolista llamado a llenar el vacío en el medio del campo.