A las seis de la mañana José Ramón Alesanco y Vicente Rodríguez tomaban un vuelo de bajo coste hacia Bérgamo, donde se desplazaron a la cita concertada en Milán para retomar las conversaciones por Simone Zaza que había dejado pendientes el dimitido Jesús García Pitarch. El viaje parecía la señal evidente de que el fichaje, trabajado durante meses, estaba cercano a su fin. Pero los nuevos interlocutores valencianistas se encontraron con una elevada exigencia económica de la Juventus: 18 millones más otros dos opcionales si Zaza disputa 10 partidos.

Piano, piano, fue la respuesta valencianista. El club pelea por rebajar el precio demandado por la Vecchia Signora. «No hay prisa, quedan 18 días de mercado», era la premisa que los dirigentes. Si bien existe un amplio consenso por incoporar al delantero italiano, el VCF no quiere sucumbir a la presión trasladada incluso desde Italia, que ayer por la tarde daba casi por cerrado el acuerdo con los citados 18 millones.

El Valencia no quiere hipotecarse con una opción de compra prohibitiva, y más ante las expectativas financieras que se prevén para el próximo ejercicio, en el que no volverá a haber ingresos por competiciones europeas. El club de Mestalla tiene la intención de aprovechar los cuatro millones que dispone por el saldo del juego limpio financiero para adquirir cuatro jugadores, repartidos en todas las posiciones. Uno de los debates que debe abordar la nueva dirección deportiva en funciones es la de la incorporación de Nemanja Maksimovic: si es ahora el precio que tendría que pagar el club sería de 300.000 euros. Si es en junio, llega gratis.

Maksimovic