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Análisis

La arriesgada interinidad de Alesanco

El club alarga la estancia del técnico en la dirección deportiva mientras medita la nueva estructura, pero la carrera del mercado a coste cero ya ha empezado

La arriesgada interinidad de Alesanco

El mercado de invierno ha acabado y José Ramón Alesanco continúa ostentando la dirección deportiva del Valencia. La interinidad en el cargo del exfutbolista del Barcelona se alarga, mientras Meriton medita con calma cómo va a reorganizar la estructura deportiva de la entidad, que pretende nutrir con nuevos técnicos que conozcan la idiosincrasia del club y aumenten el debate interno a la hora de seleccionar fichajes. Mientras se desarrolla ese lento proceso, el club reforzó ayer la posición de Alesanco. El director general Anil Murthy, en su única explicación sobre el balance de mercado, alabó que Alesanco haya logrado firmar dos jugadores en un contexto delicado: con poco margen financiero y en plena onda expansiva de las dimisiones de Cesare Prandelli y Jesús García Pitarch.

«El mercado de invierno ha sido especialmente complicado», señalaba ayer Murthy. «Después de irse Prandelli y Suso, y con un presupuesto pequeño hemos realizado dos buenos fichajes, como Simone Zaza y Fabián Orellana, y hemos encontrado una buena solución para Mathew Ryan, Vinicius Araújo y para la rescisión del contrato de Fede Cartabia. El mes de enero es complicado para acceder a buenos jugadores porque no hay demasiadas oportunidades», sentenciaba el diplomático singapurés.

El mercado a coste cero

Lim no quiere precipitar su plan para la dirección deportiva porque, según fuentes del club, se quiere evitar que la nueva estructura vuelva a derrumbarse al poco tiempo, como ha sucedido en los casos de Cesare Prandelli y de García Pitarch. Desde el club no se traslada urgencia para perfilar la lista, pero los tiempos del mercado sí corren mayor prisa. De cara a la próxima temporada, en la que salvo sorpresa el primer equipo no va a competir en torneos europeos, el club va a tener que revisar más a la baja la masa salarial de la plantilla, con ventas obligadas.

Con esa perspectiva austera, el Valencia va a tener que peinar cuanto antes el mercado de jugadores que acaban contrato, con coste cero. Una subasta con cuenta atrás. Desde el pasado 1 de enero, los futbolistas que se desvinculan el próximo 30 de junio de sus equipos ya son agentes libres, sin ningún impedimento para negociar su futuro con los clubes interesados.

No es el único problema. La futura dirección deportiva, en la que se quiere incluir a exfutbolistas con un perfil parecido a los de Javier Subirats, David Albelda o Santiago Cañizares, se encontrará con una planificación condicionada por el número de operaciones con opciones de compra obligatoria. Transferencias, algunas, de elevado coste, como la de Simone Zaza, por el que se deberán pagar 18 millones si juega ocho partidos más. Las condiciones para pagar los dos millones por Orellana también se antojan factibles. Con esa previsión económica, el club deberá decidir qué hace con Munir y Mangala, con opciones de compra de 12 y 18 millones, respectivamente.

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