El Valencia anunció hace poco menos de un mes que el coste de su plantilla de cara a la próxima temporada pasaría de 120 millones de euros a 80, debido a que el equipo no iba a disputar competición europea. Una medida económica.

Sin embargo, lo que no anunció el Valencia fueron las medidas deportivas que se iban a tomar y, por encima de todo, quién las iba a tomar. Del proyecto deportivo de cara a la temporada 2017-2018, verdadero objeto del club de Mestalla, nadie habla. Nadie toma decisiones. La entidad guarda un hermetismo absoluto. Más que una estrategia, parece que es por desconocimiento de lo que se lleva entre manos.

Superado el mercado de invierno, fecha en la que concluía la interinidad de José Ramón Alesanco al frente de la dirección deportiva del Valencia, el club se encuentra en un cruce de caminos. Ha hecho el «Stop» y mira a todos lados. El equipo anda apremiado por la necesidad de sumar puntos para eludir el descenso a Segunda, tal y como repite sistemáticamente Voro, pero es necesario comenzar a planificar la próxima temporada para no llegar tarde y que se vuelva a repetir curso. Las urgencias están claras. El diagnóstico, también. Y es necesario tomar un camino.

Pero el verdadero problema radica en que en el Valencia no hay nadie que ya esté pensado en la próxima temporada. Mestalla anda huérfano de una estructura deportiva al nivel de un club de Primera división, y es momento de comenzar a tomar decisiones para que no llegue los lamentos tardíos.. Hay que organizar una secretaría técnica profesional, cualificada y con experiencia, para poder competir con las mínimas garantías la próxima temporada.

Decidir la continuidad de Voro y los fichajes a realizar son las primeras decisiones que deberá tomar el nuevo director deportivo, asesorado por una secretaría técnica preparada. Pese a que el campeonato acaba de sobrepasar su ecuador, los clubes ya andan diseñando el siguiente curso. Además de decidir quién será el nuevo director deportivo, el futuro de Voro está en el aire. Todo parece indicar que el rendimiento del equipo en la segunda vuelta puede ser el mejor aval del técnico, sobre si lo salva del descenso, aunque primero habría que saber si el roscano aceptaría continuar en el banquillo antes de tomar la decisión de si es o no la persona indicada para el nuevo proyecto.

Posteriormente, está el futuro de jugadores cuyos sueldos son elevados, dado que hay un desfase entre los salarios y el rendimiento deportivo.En este capítulo se encuentran los casos de Enzo Pérez, Parejo, Rodrigo o Abdennour, por ejemplo, si bien los dos primeros están siendo fundamentales para el entrenador esta temporada. Voro pidió al club que no se traspasara a ninguno de ellos, porque los consideraba necesarios para poder revertir la delicada situación futbolística del equipo. El partido ante el Eibar (0-4) le cargó de razón.

En el capítulo de cedidos, la «patata caliente» se llama Negredo. El delantero y el Valencia no han empatizado, y tampoco es uno de los ídolos de la afición de Mestalla. Continuar en el fútbol inglés podría ser una opción. Piatti está dando muy buen rendimiento en el Espanyol y todo apunta a que el club catalán hará efectiva la opción de compra. Yoel (Eibar) ha mejorado sus prestaciones, pero el Valencia tiene bien cubierta la portería. Robert (Leganés) sigue lesionado, Ryan (Genk) acaba de marcharse, Vinícius (Huesca) no marca, Tropi (Alcorcón) apenas juega igual que Nando (Oviedo) y Vezo (Granada) parece que no regresará.