Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los postes y el sastre

Los palos salvan al Valencia pero el árbitro le priva también de la victoria por su errónea interpretación de una clara mano de Pezzella en el área del Betis

Los postes y el sastre

­Recuperaba potencial en ataque el Valencia con la presencia de Munir, Orellana y Nani con la vuelta de Santi Mina a la punta del ataque. En el centro del campo volvía Parejo para dar sentido a la salida del balón aunque se podrían acusar las bajas de Enzo y Soler. En defensa los laterales habituales y los centrales Santos y Mangala. Cancelo esperaba en la banda. Y Alves, a intentar cerrar el marco. En el Betis una disposición con tres centrales, dos carrileros, tres hombres en el centro del campo y dos en la punta. La peligrosidad siempre la muestra Rubén Castro y el talento Ceballos que ha crecido con la llegada de Rubén Pardo al equipo.

Control inicial, pero sin ocasiones claras

El partido comenzó con un Valencia que buscaba la portería contraria a base de la canalización de Parejo y la técnica de Nani y Orellana. El Betis, replegado atrás y en busca de la salida al contraataque, sabedor que el punto débil del Valencia es su faceta defensiva. Al dominio del Valencia le faltaba contundencia y profundidad. Tenía el balón, pero las ocasiones eran para el Betis que pudo avanzarse en el marcador en un gran tiro de Rubén Castro, que repelió el larguero o en un mal cálculo en la salida de Alves, que puso en aprieto a la defensa valencianista.

El Valencia amagaba, pero no pegaba. Algún centro peligroso y algún tiro lejano como el de Gayá o una falta lanzada por Parejo.

El penalti que pudo cambiarlo todo

La más clara para el Valencia, el claro penalti de un defensor bético por manos a un tiro de Montoya. El árbitro no apreció intencionalidad. Un ligero agarrón de Montoya también fue reclamado como penalti por la afición verdiblanca.

El 0-0 final de la primera parte se antojaba justo si no nos paramos a pensar en las claras manos del defensor del Betis.

Mejores ocasiones para el Betis tras el descanso

La segunda mitad comenzó con un Betis que parecía decidido a ir a por el partido y en los primeros minutos tuvo dos ocasiones con un tiro de Rubén Pardo y una colada de Petros que , tras driblar a Mangala, chutó y su remate se fue al palo. El Valencia replegaba en estos primeros compases y sólo Parejo con un tímido disparo desde fuera del área inquietó a Adán.

Vinieron los cambios. Voro estuvo acertadísimo en el cambio de Santos porque pienso que evitó que el Valencia volviera a quedarse con diez en un partido.

Rubén Castro tuvo, de nuevo a saque de una falta, la oportunidad de adelantar al Betis en el marcador ante la pasividad del entramado defensivo valencianista.

Los cambios del Valencia y del Betis mejoraron más al Valencia que al conjunto andaluz. La salida de Cancelo, con un tiro lejano con la izquierda que puso en apuros a Adán, dio mas profundidad al equipo, pasando Munir a la izquierda y Nani por detrás del punta que en estos últimos minutos era Zaza, tras sustituir al lesionado Santi Mina.

Un punto que no sirve para alejarse del peligro

Al final reparto de puntos que al Valencia no le aleja definitivamente de la zona de peligro. Como nota positiva diríamos que el Valencia pudo dejar la portería a cero y eso es algo que esta costando mucho esta temporada. En el bagaje negativo, las pocas ocasiones claras que se crean y la sensación de fragilidad defensiva cuando empujan los rivales.

Orellana mostró que si el Valencia tiene el balón, puede ser un hombre capaz de encauzar al equipo en la fase ofensiva final, junto al aporte de la calidad innata de Nani. Zaza se mostró voluntarioso, peleón y trabajador, pero tiene que aportar algo más que eso para un punta que viene a cubrir las deficiencias goleadoras. Esperemos que su aclimatación sea lo más rápida posible.

Haría una mención especial sobre la consideración de intencionalidad o no, en la jugada de las manos del defensor bético. Realmente se me antoja muy complicado cómo un arbitro puede medir la intencionalidad de un defensor a la hora de cometer un penalti. Si preguntásemos a los jugadores la mayoría diría que no tienen intención de hacerlo. Entonces, ¿cómo lo van a saber los árbitros? Esto deja la decisión de señalar penalti, en una auténtica lotería a expensas de que un sastre pueda medir la intencionalidad de un jugador. El balón iba a portería y el brazo estaba totalmente despegado cubriendo espacio en dirección a la meta. Para mi el penalti es clarísimo. Los postes, pudieron salvar ayer al Valencia de la derrota, pero el sastre le privó de la victoria o al menos de la posibilidad de adelantarse en el marcador y encauzar el partido.

Compartir el artículo

stats