El Valencia saldrá del pozo de malos resultados y juego con brega, concentración, compañerismo y humildad, entre otros valores que, por innegociables que parezcan, siempre se recuerdan en tiempos de crisis. Pero poco se ha hablado de reivindicar la calidad como vía de salida a los problemas. El Valencia de Voro González ha tomado ese camino, el de agrupar a los jugadores con más nivel técnico en el centro del campo. Una vía que se abrió con la entrada en las alineaciones de Carlos Soler y que ha aumentado con el fichaje de Fabián Orellana. El talento se contagia y lo agradecen jugadores de fútbol vistoso como Parejo y Nani.

Con estos jugadores sobre el césped, el Valencia llevó la manija ante el Betis y fue mejor en todas las estadísticas principales: tuvo más posesión, completó más pases y chutó más a portería, si bien las ocasiones del Betis pudieran entrañar más peligro.

La polivalencia de Orellana, capaz de jugar en todas las demarcaciones de ataque, multiplica las opciones en la pizarra de Voro, que no está obligado a acudir por fuerza al 4-3-3. Al técnico valencianista se le presenta ahora el debate de cómo complementar las piezas, ya que ante el Athletic Club recuperará a Carlos Soler tras su sanción y se espera que pueda reincorporar a Enzo Pérez, si deja atrás sus molestias musculares.

La consecuencia lógica de reunir a estos jugadores, y que con el avance del calendario, es que se gane en automatismos y, en algunos casos, también en frescura física, ya que Orellana de momento tiene gasolina para unos 60 minutos a pleno ritmo. Con ese centro del campo de perfil asociativo, el Valencia debería aumentar la sensación de dominio territorial y de balón sobre sus rivales, y generar más llegadas a portería de las que acumula en la actualidad. Controlar el partido desde la fortaleza en la medular implica tener alejado el balón de la propia área, por lo que debería mejorar la seguridad defensiva. El Valencia debería sufrir menos ataques rivales.

Carlos Soler y Enzo Pérez vuelven, Munir en punta y Orellana en banda

Es uno de los posibles dibujos de cara al próximo partido. Enzo acompañaría a Parejo en el doble pivote y Carlos Soler regresaría por delante. La lesión de Santi Mina y la baja forma de Simone Zaza podrían originar que Munir pasase a ser delantero centro, por lo que se habilitaría un lugar en banda para Orellana. El dibujo continuaría siendo el 4-3-3.

Carlos Soler pasa al doble pivote con Parejo, Orellana sigue de mediapunta

Voro ha colocado a Carlos Soler por delante del doble pivote, con licencia para asomarse en ataque. Pero para mantener a Orellana por el centro, y no renunciar a Nani y Munir por bandas, Soler podría bajar al mediocentro junto a Dani Parejo, siempre que Enzo no se restablezca. Quedaría libre la plaza en ataque para que Simone Zaza goce de otra oportunidad. El estilo del delantero italiano, un jugador muy de área, es más indicativo para encuentros en Mestalla y defensas fuertes como la del Athletic.

Posibilidad de rotaciones, con cinco partidos en quince días

La variedad de alternativas en el centro del campo llega en el momento más oportuno de la temporada, justo cuando el calendario entra en un embudo de partidos. Un total de cinco, concentrados en quince días, que van a determinar las aspiraciones del Valencia, que tras la victoria ayer del Sporting en Leganés queda a 4 puntos del descenso. Los días 19 y 22 de febrero se recibe en Mestalla al Athletic y el Real Madrid, antes de viajar el 25 de febrero a Vitoria para medirse al Alavés. El 28 se recibirá en Mestalla al Leganés, ahora rival directo, antes de medirse el 4 de marzo al Atlético. La presencia de partidos intersemanales empujará a Voro a modificar su once, por lo que es seguro que se moverán las fichas en ataque.