Falta estructura. A cada cinco pasos en la Ciudad Deportiva de Paterna, los empleados honrados del Valencia CF insisten. Es un clamor. Falta estructura. Nadie entiende cómo solo tres personas (Alesanco, Vicente y Salva Grau, y el primero de manera interina) pueden componer la dirección deportiva de uno de los clubes más importantes de Europa. La presidenta, Layhoon Chan, acaba de regresar el pasado lunes de Singapur, donde ha abordado con el dueño, Peter Lim, la urgencia de decidir el nuevo director deportivo tras la dimisión de Jesús García Pitarch el pasado 7 de enero.

El tiempo es oro para planificar la próxima campaña, pero Lim no puede permitirse volver a fallar en la elección del máximo responsable deportivo. La opción de ocho técnicos de perfil alto, auspiciada hace un mes por un alto ejecutivo, ha quedado desechada. Y la figura de Voro gana fuerza también como apuesta para configurar la nueva estructura deportiva. Es un hombre discreto, de fútbol, que conoce el club y la Liga como nadie y, asimismo, tiene la absoluta confianza de la presidenta. La persona de la que más se fía Layhoon en el club de Mestalla es el técnico de L,Alcúdia.

Voro cuenta, además, con un equipo de garantías: desde el analista Pablo Rodríguez, que ahora estudia a los rivales y posee un exhaustivo archivo de todos los futbolistas de la Liga, pasando por José Manuel Otxotorena (reputadísimo preparador de porteros) o el propio Chema Sanz (preparador físico y ahora segundo de Voro tras una vasta experiencia en distintas categorías del fútbol español). También Vicente y Salva Grau encajarían en esa dirección deportiva. Alesanco, en teoría, volvería a la escuela de Paterna.

El inconveniente es el tiempo. Voro y su cuerpo técnico están inmersos en salvar al Valencia del peligro del descenso con un calendario agotador: el Athletic de Bilbao el domingo en Mestalla, el miércoles el Real Madrid, el sábado el Alavés en Mendizorroza.... sin apenas aliento para preocuparse por nada más. Pero si el club tiene paciencia y el equipo consiguiera en las próximas jornadas escapar del calor de la cola, el camino quedaría despejado.

Voro y su equipo se encargarían entonces de buscar a un entrenador para la próxima campaña. Alguien del perfil del actual preparador del Villarreal, Fran Escribà, serio, laborioso y con pleno conocimiento de lo que es el Valencia (ya trabajó en la sociedad de Mestalla tanto en la escuela como segundo de Quique Flores en el primer equipo).

Fuera de Europa la próxima campaña y con la necesidad imperiosa de rebajar el coste salarial de 120 millones a 80, la labor de la dirección deportiva es vital para la supervivencia de la entidad. Independientemente de quién sea el entrenador de turno o el director deportivo, la estructura debe quedar por encima de todos. Justo lo que reclama la gente de la casa.