P. ¿Qué recuerdo le queda de su paso por el Levante UD?
R. Tengo un buen recuerdo, hablo de vez en cuando con los utileros y los «fisios». Por un lado, lo sigo muy de cerca porque el Levante UD me dio la oportunidad de jugar en el fútbol español y le tengo mucho aprecio al club. Le estoy muy agradecido porque apostó por mí y estoy muy contento por cómo le van las cosas este año. Van a lograr el ascenso, estoy seguro. Pero, por otro lado, estoy un poco «jodido» por la salida que tuve. Por la salida nocturna de la que se habló. En el club usaron la salida para tapar muchas otras cosas.
P. ¿En qué sentido?
R. El club iba bastante mal y se usó todo eso como excusa. Cuando el club me llamó para hablar conmigo, yo fui al estadio con total normalidad, pero, cuando llegué. me encontré allí a veinte cámaras esperándome. No sé quién les había avisado. Aquella noche yo estaba sancionado, no viajé con el equipo a Sevilla, y lo único que hice fui salir con mi mujer a cenar y luego a tomar algo. Al día siguiente estaba entrenando. No quise darle más vueltas al tema entonces, no valía la pena. Nadie lo iba a cambiar, pero yo no hice nada. El club me obligó a hacer un vídeo para pedir perdón a la afición y yo no quería, porque yo no había hecho nada. El club me obligó a hacer esas declaraciones. Cuando subí a hablar con el presidente, me dio un abrazo sonriendo y me dijo que tenía que salir a pedir disculpas.
P. Y además le abrieron expediente y le multaron...
R. La multa que me puso el club en su día no la tuve que pagar, porque no había lugar. Yo no había hecho nada y no le causé ningún perjuicio al club. Fuimos a juicio y al final no tuve que pagar la multa (7.000 euros, aproximadamente), sólo pagué una cantidad muy baja.
