El último episodio en el que la plantilla del Valencia CF ha expresado su malestar con alguien del club fue tras la derrota ante el Atlético de Madrid en el Calderón (3-0). A los jugadores no les sentó nada bien la crítica crónica del sitio web de la entidad, que realizó un empleado del departamento de prensa del club, en la que se cuestionaba el rendimiento de algunos futbolistas del equipo.

«El Valencia cayó derrotado ante el Atlético en un muy flojo partido de los blanquinegros, de nula intensidad y competitividad...», se podía leer en la web, «Bakkali y Cancelo se empeñaron en ser atacantes del Atlético», apuntaba.

El Valencia retiró la crónica de su web y el hombre fuerte de Peter Lim en Mestalla, Anil Murthy, tuvo que acudir a Paterna para reunirse con Voro y con Enzo Pérez, para trasladar sus disculpas a la plantilla. Los jugadores alegaban que se sentían desprotegidos por el propio club y exigieron la visita de algún responsable.

De hecho, y según publicó ayer el periodista Chema Mancha en el portal «Sportyou», el autor de la crónica tuvo que pedir perdón al vestuario por haber dado su opinión personal en la web y asegurar que no volvería a pasar.

Pese a que el Valencia ya lleva dos años sin estar entre los seis primeros de la Liga, un dato de una gran crudeza en lo deportivo, la plantilla no duda en mostrar su disconformidad si recibe críticas internas.

El anterior entrenador, el italiano Cesare Prandelli, comenzó a cavar su tumba cuando en la rueda de prensa previa al partido ante la Real Sociedad, en Anoeta, lanzó un dardo envenenado contra los futbolistas tras dos meses trabajando en el club. Su «Fuori» fue un boomerang para el italiano. Lejos de que el mensaje motivara al colectivo, el vestuario hizo cruz y raya al entrenador. La relación entre ambas partes ya no fue la misma y quien se marchó del Valencia, derrotado, fue Prandelli, presentando su dimisión el día 31 de diciembre. Algunos jugadores como Enzo Pérez, por ejemplo, nunca perdonaron al italiano que los pusiera a los pies de los caballos. El técnico no dudó en exigir al capitán que hiciera gala del brazalete dentro del campo y que templara unos nervios que perjudicaban al equipo.

Tampoco sentaron nada bien en la «cocina» del vestuario las palabras pronunciadas por Layhoon sobre la plantilla cuando la presidenta llegó a reconocer que el rendimiento de los jugadores había decepcionado. Desde el club se trabajó a destajo con el grupo para explicar que las declaraciones de Layhoon tenían otro sentido. El club había deslizado que esta plantilla, siendo la cuarta mejor pagada de la liga, no ofrecía un rendimiento acorde con sus salarios.

Conciliador Voro

Cuando Voro se hizo cargo del equipo como nuevo entrenador, a principios de enero, el técnico de l´Alcúdia rebajó tensiones con el vestuario y apostó por salir siempre en defensa del futbolista pese a que llegaron también algunos malos resultados, a sabiendas de que los jugadores tienen la sartén por el mango. De hecho, Voro nunca cuestiona la actitud de los jugadores, ni siquiera en el Calderón, con una derrota que esconció mucho en el valencianismo por la aparente desidia de los jugadores. No fue tal, en la percepción de Voro, sino un mal día de los futbolistas, que había entrenado muy bien durante la semana.

Nani, muy justo

El Valencia comienza a preparar hoy el partido del domingo, día de Sant Josep, en el Camp Nou ante el Barça con la duda de si llegará a tiempo el extremo portugués Nani, ya recuperado de una lesión muscular.