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Proyecto deportivo

El dilema estilístico de Alesanco

El director deportivo del Valencia apuesta por el perfil de fútbol creativo representado por Setién, pero la necesidad de un proyecto cimentado en la seguridad defensiva hace ganar puntos a Marcelino

El dilema estilístico de Alesanco

La elección del futuro entrenador del Valencia es un debate en el que chocan deseo y necesidad. El perfil de técnico que más gusta a José Ramón Alesanco, director deportivo, es el que encarna Quique Setién, que ya ha anunciado su despedida de Las Palmas, y que supone una apuesta por el fútbol de toque, con mimo en la posesión y perenne voluntad atacante. Una aspiración que choca con la coyuntura que atraviesa el Valencia, necesitado tras dos temporadas de caos de un proyecto cimentado desde la sobriedad defensiva, sello de todo equipo entrenado por Marcelino García Toral, el otro candidato sólido en la balanza. En la recámara queda la línea de continuidad de Voro González o Curro Torres.

Alesanco, criado como jugador en Lezama y muy marcado por la influencia de Johan Cruyff en su etapa barcelonista, no esconde su gusto por un fútbol con una filosofía muy marcada y prolongada en el tiempo, como la que definen, cada uno en su estilo, a Athletic y Barcelona. Una vez asumido el control de la dirección deportiva, Alesanco quiere acentuar esa voluntad por el fútbol de ataque, que ya ha trasladado como director de la Academia. Los equipos de fútbol base evolucionan hacia un fútbol más elaborado y talentoso.

El banquillo del Valencia es uno de los más golosos de la Liga. La opinión extendida entre los entrenadores de Primera es que el Valencia resulta toda una oportunidad profesional. Se han encadenado dos temporadas horrendas, pero se entiende que, a poco que se asienten las bases de un proyecto organizado, la mejora será sustancial, por la enorme potencialidad del club.

Quique Setién ve con muy buenos ojos la posibilidad de fichar por el Valencia. El técnico cántabro guarda un recuerdo de la ciudad, en la que vivió como futbolista del Levante UD, y el Valencia supondría un gran paso en su carrera como técnico, después del destacado papel en la consolidación de Las Palmas en Primera. La relación de Setién con Alesanco, coetáneos como jugadores, es muy cordial. Y Eder Sarabia, segundo de Setién, es hijo del legendario Manu Sarabia, íntimo amigo del director deportivo blanquinegro.

Marcelino, la opción «segura»

La alternativa de Marcelino cobra fuerza por ser el perfil de entrenador idóneo para la reconstrucción de un proyecto. Lo consiguió en el Villarreal, al que agarró en Segunda división y lo devolvió a Europa. Sus equipos destacan por la sobriedad defensiva y la agresividad para salir a la contra. Son conjuntos reconocibles y fiables en el rendimiento por los escasos goles en contra que encajan. Un fútbol sin alardes pero efectivo que casa con la tradición competitiva del mejor Valencia. El de Espárrago, Ranieri, Cúper, Benítez o Quique. Si bien el público de Mestalla ha recelado en ocasiones de un fútbol tachado de poco vistoso, la corriente mayoritaria de la grada, cansada de tanta montaña rusa, aboga hoy por reencontrarse con el Valencia más bronco.

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