Uno puede imaginarse a Marcelino viendo el partido y tomando apuntes. La última alineación de Voro puede darle algunas pistas. Primera: Medrán de mediocentro defensivo en lugar de Enzo Pérez. El pequeño cordobés ha seguido el hilo de Ander Herrera en el Manchester United: jugar muy sencillo y guardar siempre la posición en la medular, atento a todas las ayudas. Se trata de dar equilibrio. Segunda: la rápida incorporación de Rodrigo Moreno al once nada más salir de la grave lesión de tobillo, por delante de Santi Mina o de Munir. Es más completo tanto para arrancar de extremo como, sobre todo, de segunda punta: aúna técnica y velocidad. Tercera: la titularidad de Jaume en la portería en lugar de Diego Alves. El meta de Almenara ha jugado con máxima concentración y eficacia tanto ayer en Cornellà, con poco trabajo, como la semana anterior ante Osasuna en Mestalla.

La generosidad de Voro con Orellana no parece tener que ver con sus méritos actuales sino con la necesidad de encontrar justificación a una apuesta del club en el pasado mercado de invierno. La estrella del chileno, sin embargo, se ha ido apagando después de un arranque prometedor. Ayer destacó más por su voluntariedad defensiva que por su participación en ataque. La entrada en su puesto de Carlos Soler mediada la segunda parte reactivó al Valencia y coincidió con los mejores momentos de Parejo y Medrán, con quien el joven valenciano trianguló muy a gusto.

De ahí nació precisamente el pase interior de Parejo hacia la parte izquierda de la frontal del área, por donde entraba Gayà. De espaldas a la portería contraria, el lateral zurdo de Pedreguer levantó el cuero con mucha astucia, limpió la pretendida anticipación de Víctor Sánchez y cruzó a gol con un disparo muy seco. Otra pista para Marcelino: Gayà está perfectamente capacitado para actuar de interior izquierdo, dada su habilidad para profundizar y su resistencia para correr la banda. Siempre y cuando, claro, el técnico asturiano quisiera concederle a Lato el lateral izquierdo.

Parejo, por cierto, sumó ayer su séptima asistencia del campeonato (las mismas que Nani) y vuelve a firmar una temporada en el Valencia con números notables para un centrocampista (seis goles y siete pases de gol).

Las ganas de agradar al nuevo entrenador estuvieron presentes ayer en Cornellà, pero algunos, como Zaza, deben aportar mucho más al equipo. Y otro delantero al estilo Vietto, a quien tanto rendimiento sacó Marcelino en el Villarreal, no le vendría nada mal al VCF.

Balance positivo en 25 partidos

Voro ha dirigido esta temporada al Valencia en 25 encuentros y el balance es positivo: 12 victorias, cuatro empates y nueve derrotas. Sobre todo si se compara con el de los dos técnicos a los que sustituyó, Pako Ayestarán (cuatro derrotas) y Cesare Prandelli (cuatro derrotas, tres empates y una sola victoria).

Voro no ha celebrado ninguno de los 38 goles que el equipo ha marcado en estos 25 partidos con él en el banquillo. Ni una sola mueca de alegría. Tampoco ayer tras el golazo de Gayà. Brazos cruzados y gesto serio, concentrado. Después sí, al acabar el encuentro, un sentido abrazo con su excompañero Quique Flores, quien dijo que Voro merecería un monumento. Marcelino tiene un buen ejemplo.