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Análisis

Triste despedida

El Valencia CF cierra una temporada para olvidar con una derrota ante el Villarreal - Voro se despide ovacionado y cede el testigo a Marcelino

Triste despedida

El Valencia CF puso punto final a una temporada para olvidar sufriendo otra nueva derrota. El Villarreal venció 1-3 sin dar la sensación de una superioridad total. Voro se despidió del banquillo de Mestalla ovacionado y cedió el testigo a Marcelino. Durante muchas fases del partido, pareció que el Valencia ya comenzaba a jugar como quiere el nuevo entrenador. Y se vieron buenas cosas. Pero lo que ayer volvió a quedar de manifiesto es que se debe cerrar la portería. La defensa volvió a hacer aguas y no se aprovecharon las ocasiones de gol. Y así es muy complicado ganar partidos. Estas son las claves del encuentro:

Del merecido homenaje de la grada a Voro hasta la (no) presencia de Marcelino

El partido entre el Valencia y el Villarreal sirvió para que, antes de que empezara a rodar el balón, pudiéramos ver dos cosas. Primero, lo que la afición de Mestalla quiere a Voro. El entrenador recibió un emotivo y cariñoso homenaje de la grada. Merecido a todas luces. Porque logró que el equipo saliera del pozo en el que se encontraba y en un momento delicado. Segundo, que Marcelino ya ejerce como entrenador pese a que todavía no haya sido presentado como técnico del equipo ni ayer estuviera en el campo . Porque el Valencia comenzó el encuentro jugando con un sistema 4-4-2, el habitual con el que juegan los equipos del entrenador asturiano, para que ya pudiera ir viendo cosas y resolviendo alguna duda. Lo que dejó este sistema fue que, quizás, se notara la ausencia de un pivote de características defensivas y que se debe mejorar mucho en defensa. También que hace falta más gol. Porque, por lo demás, la imagen colectiva y las sensaciones no fueron del todo malas.

Error de Montoya y Santos en el primer minuto que cuesta un gol

Ya iniciado el partido, el Villarreal salió decidido a por la victoria. Estaba necesitado de un triunfo. Lo que no esperaba era encontrar un regalo tan pronto. No se había cumplido ni un minuto de partido cuando Soldado se aprovechó de un error de Montoya y de Santos para inaugurar el marcador. Fue un fallo imperdonable. Un error individual continuado. Lo de Santos es inexplicable. Porque a la siguiente jugada estuvo muy cerca de cometer un penalti sobre Soldado. El gol fue una jugada puntual. Porque el Valencia tampoco salió mal plantado en el campo. Pese a que no se jugaba tanto como el Villarreal, la imagen fue de querer ganar el encuentro. El equipo de Voro disfrutó de la posesión del balón, llegó al área de Andrés Fernández, y se mostró como un conjunto afilado. Pero el Villarreal tampoco le perdió la cara al partido. Sus transiciones fueron muy rápidas, y siempre pusieron en apuros a la defensa valencianista.

Un vendaval ofensivo con Parejo lanzando al equipo

El gol en contra sirvió de acicate para el Valencia. Mediada la primera parte, fue el único equipo sobre el terreno de juego. Los de Voro se lanzaron a una ofensiva espectacular, superando en todo a un Villarreal que se limitó a replegarse de forma ordenada cerca de su portería. Con un once muy ofensivo, con Gayà como estilete por la banda, las llegadas comenzaron a ser continuas. Nani pudo igualar el marcador. La clave del juego estaba en Parejo. Ayer, en la primera mitad, ofreció una clase magistral de cómo poner en funcionamiento a un equipo. Mandó en el partido, tocó, y lanzó hacia arriba a sus compañeros. Mientras, el equipo de Fran Escribá se limitaba a vivir de algún error puntual de la zaga local. Lo mejor que le pudo pasar al equipo visitante fue que se llegara al descanso.

Empate esperanzador y un nuevo jarro de agua fría

En la reanudación, el Valencia CF continuó pisado el acelerador a fondo. Quería empatar el partido e irse a por la victoria, algo que sucedió en un contragolpe que culminó Nani de cabeza tras un centro de Rodrigo. El empate hacía justicia. El gol hacía concebir la esperanza en que el Valencia se despidiera de la temporada con victoria. Pero el fútbol en tan caprichoso que el Villarreal logró volver a adelantarse en el marcador sin que el Valencia hubiera tenido tiempo a digerir la celebración del tanto. En una acción aislada, Trigueros puso el 1-2 en el marcador ante la pasividad de la defensa.

El Valencia se estanca y el Villarreal sentencia

Tras el gol del Villarreal, el Valencia se estancó. Y dio un tremendo bajón físico porque había realizado un gran desgaste. Apenas llegó con claridad a la portería rival y su juego fue previsible. En los instantes finales de partido, y una vez realizados los cambios, la velocidad de Adrián y Sansone, que entraron al campo, sentenciaron.

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