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Perfil de Layhoon Chan

Agridulce despedida

Agridulce despedida

Al repasar sus mejores momentos en estos tres años como presidenta del Valencia CF, la única mujer en 98 años de historia del club, a Layhoon Chan le vienen tres imágenes a la cabeza: la victoria en Almería que clasificó al equipo de Nuno para la siguiente Champions, el empate en Mónaco para pasar la fase previa de esa competición (con gol de Negredo) y, por supuesto, las 17.000 personas reunidas en Mestalla para el pasado derbi femenino, el 6-0 del Valencia al Levante, una de sus grandes apuestas.

A la presidenta le ha costado entender la relación de los hinchas del VCF con su equipo. Nada que ver con los aficionados asiáticos de fútbol, seguidores de las estrellas mundiales (Messi y Cristiano) o de los clubes ganadores como el Manchester United o el Barça.

A Layhoon le conmovió sobremanera la historia de Jorge Iranzo, el hincha del Valencia fallecido en noviembre pasado. Jorge siguió viajando con el equipo hasta el último aliento. En el desplazamiento a Vigo, donde el VCF perdió ante el Celta, la presidenta, al verlo sufrir con el equipaje en el aeropuerto, se ofreció a ayudarle, pero él se negó: no quería ver a la presidenta del Valencia CF llevándole a él la maleta. A los pocos días, Layhoon se enteró del fallecimiento de Jorge.

La presidenta ha sido vista por su entorno como una persona inteligente, discreta y respetuosa. Sus mayores errores tienen que ver con lo futbolístico, un mundo que no ha acabado de dominar. Tanto por los fichajes que todavía hoy cuesta entender (los Negredo, Enzo Pérez, Abdennour y A. Santos) como por las elecciones equivocadas de entrenadores, sobre todo Gary Neville y Cesare Prandelli. Lo que más daño le hizo fue la promesa, ante 1.100 peñistas, de la continuidad de Alcácer mientras Lim lo estaba traspasando al Barça en verano pasado. Fue un punto de inflexión.

La mayor decepción personal ha sido Prandelli y la mayor satisfacción, Voro. El técnico italiano llegó con honores a Mestalla y se fue, tres meses después, con una sola victoria en Liga y despotricando contra la propiedad. Con Voro, al que los singapurenses llaman «club man» (hombre de club), hubo química desde el primer minuto hasta el último, tras lograr la permanencia y las bases sobre las que reconstruir el proyecto. Puede hablarse de amistad.

El hecho de no haber aprendido español ha jugado en su contra. Layhoon se va con la sensación de no haber acabado su cometido. Y de irse justo cuando la entidad tiene una estructura futbolística con Alemany, Alesanco y Marcelino. Pero cumple órdenes de Lim y volverá a dirigir las diversas compañías de Meriton, sobre todo los hospitales.

Los empleados del Valencia CF le prepararon estos días un vídeo de homenaje a la que ha sido una jefa respetada mayoritariamente por sus trabajadores. Su dedicación a la sociedad valencianista ha sido absoluta y lo que peor ha llevado han sido los ataques personales de la prensa más agresiva. Layhoon volverá algún día a Mestalla, ya como hincha, y el recuerdo de la verdadera gente de club.

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