P De usted dicen que es especialmente «xoto». Que desde pequeño ha tenido muy marcada esa militancia.

R He venido de toda la vida a ver al Valencia al campo. Me gustaba ver los partidos arriba, en el Gol Xicotet. Pero también me gustaba acercarme por Tribuna y preguntar a los señores mayores que tienen pases para toda la familia pero no van todos sus integrantes, si yo podía entrar. Muchas veces me dejaban un abono y veía los partidos aquí en Tribuna, más cerquita del césped. Y luego también pedía camisetas a jugadores de mi equipo y a los rivales.

P ¿Sigue yendo a comer el arroz al horno a casa de su abuela?

R Sí. Voy los jueves a casa de los abuelos, por parte de mi madre. Mi abuela hace un arroz al horno buenísimo. Y bueno, es el único día de la semana en el que me permito un pequeño exceso.

P ¿Qué ambiente ha tenido en casa, en su formación como futbolista?

R Tanto mis padres, como mi hermano, como mi abuelo, que siempre me ha llevado al fútbol, toda mi familia en general me ha seguido ayudando sin agobiarme. Antes de cada partido me desean suerte, me animan si el partido no ha salido bien... Y ahora que estoy en Primera siguen igual. No por cambiar ese estatus van a dejar de decirme lo bueno y lo malo.

P ¿Ha sido muy brusco el cambio en su vida?

R Tengo los mismos amigos de siempre, eso es sagrado. A nivel de vida sí que cambia. Vas por la calle y te paran, te piden fotos y tal.

P En lo deportivo, ¿cómo se asimila el peso de no ser ya un simple canterano?

R Cuando eres el chico que sube del filial, está claro que no asumes toda la responsabilidad que puedan tener otros jugadores que están más asentados en el primer equipo. Ahora que ya he jugado muchos partidos como titular, la gente me va a pedir que haga más cosas y yo voy a estar a la altura.

P Claramunt nos dijo en una entrevista que usted debe dar el paso adelante y decir «aquí mando yo», porque calidad le sobra.

R Siempre he sido un chico muy tranquilo y todo lo llevo con mucha naturalidad. Sé que voy a tener más responsabilidad porque ya no soy el chico que viene del filial, al que la gente le da más oportunidades porque lleva menos tiempo. Leí esa entrevista y es un honor para mí que Claramunt hable así de mí. El año que viene seguro que van a ir todavía mejor las cosas.

P ¿Claramunt era el ídolo de sus padres?

R Alguna vez mi padre me ha hablado de él y me ha comentado que ha sido un gran jugador. No he podido ver ningún vídeo suyo en acción pero, por lo que me dicen los mayores, ha sido un icono para el Valencia.

P ¿Es más fácil jugar en Primera de lo que pensaba?

R No, no, no, es muy complicado. Con mi personalidad tranquila soy de los que aguanta bien la presión, pero los ambientes que hay en muchos estadios, el nivel de los equipos, supone toda una exigencia. Pero me he adaptado bien, y nada, a seguir progresando. En Mestalla la gente aprieta y es complicado a veces jugar, pero me aíslo muy bien de la presión y lo llevo muy bien.

P ¿Pero hay más espacios en Primera, como se dice?

R Bueno, lo único es que juegas con gente mejor, el césped es más bueno, el balón corre más. Al haber más nivel en Primera, te puedes asociar mejor con los compañeros. Eso me ha permitido tener una buena progresión.

P ¿Lo más difícil es salir de la presión cuando le enciman dos o tres jugadores?

R Hay muchas facetas del juego que son complicadas. Yo tengo un estilo de juego en el que me gusta tener el balón y, cuando, puedo arrancar hacia adelante. Es verdad que cuando tienes tres contrarios encima es una dificultad, pero no la única. La exigencia no baja en ningún aspecto.

P La gente que le rodea está sorprendida por el punto de su aceleración en carrera. ¿Es una virtud que ha incorporado ahora?

R Era una faceta que no sabía que tenía. Hasta ahora era un futbolista de tener más el balón, y lo sigo siendo. Pero este año sí he tenido partidos en los que he tenido arrancadas que antes no solía hacer. Espero progresar también en otros ámbitos del juego.

P Marcelino nos dijo que le conoció como 6, pero que se ha quedado sorprendido por su nivel como 8. ¿En qué posición se ve?

R Con los partidos se irá viendo. Este año he jugado tanto de 6, como de 8, como de 10. En cualquiera de esas posiciones me siento cómodo. También he jugado por la derecha. Ser polivalente para darle al entrenador una nueva solución, siempre es bueno. Mientras esté jugando, significará que es algo bueno para mí.

P Lo que le puede hacer un futbolista más diferencial es la relación con el gol. Tiene esa facilidad, muy inglesa, de llegar desde segunda línea.

R Como vengo de ser delantero, marcaba muchos goles. Con el tiempo me fueron retrasando la posición. Pero siempre me gusta estar cerca del área para cazar algún rechace, estar en la frontal, llegar desde segunda línea. Es algo de lo que no quiero olvidarme y en lo que espero seguir mejorando.

P ¿Qué clase de gol le gusta más? ¿Vaselina, a lo Panenka, de volea?

R [Risas]. Mientras sea gol, adelante. El gol que marqué al Celta en Mestalla (de vaselina) fue muy bonito. Pero también lo fue el que anoté contra el Villarreal, el del Alavés... Mientras sean goles y ayuden al equipo, bien.

P ¿En qué aspecto cree que puede mejorar?

R Está claro que acabo de empezar y soy un chico que debe ir puliendo sus defectos. Quizá en tareas defensivas puedo jugar mejor, pero es algo que con el tiempo iré progresando al tiempo que juegue. En Primera división aprendes muchísimo. No he sido mucho de rematar de cabeza, por ejemplo. Pero algún cabezazo en categorías inferiores sí que he hecho.

P Físicamente se le ve más evolucionado.

R Hacemos bastante trabajo de gimnasio. No nos pasamos con las pesas, porque tampoco es bueno, pero sí que potenciamos ese factor porque el nivel físico de Primera es extraordinario.

P ¿Qué compañeros son los que más le han ayudado para integrarse en el primer equipo?

R Me llevo muy bien con muchos jugadores, como con Álvaro Medrán, Martín Montoya... Enzo me ha dado muchos consejos y Dani Parejo también. Y Voro, sobre todo, también. Es el entrenador que me ha dado la confianza y es el que ha apostado por mí. Me ha permitido que aumente la confianza en mí mismo y eso ha repercutido en mi juego.

P ¿Recuerda alguna frase que le dijera Voro y que se le haya quedado grabada?

R No. Voro tampoco es un entrenador de hablar mucho, o de grandes frases. Pero como es tan natural y sencillo, te dice las cosas como son. Solo me dijo que saltara al campo tal y como me estaba viendo entrenar, con la misma naturalidad y actitud. Que fuera yo mismo, aunque el momento que estaba sufriendo el equipo era duro. No hubo frases especiales, pero sí me ha ayudado mucho.

P Antes de su debut en Fórmula 1, a Fernando Alonso su padre le dijo: «Disfruta porque es posible que sea la última vez que corras en Fórmula 1 si lo haces mal» ¿Cómo se puede disfrutar con esa presión?

R [Ríe]. No me esperaba debutar en Anoeta, pero no me alteré. Salté al campo con la misma tranquilidad de siempre. Quise salir a disfrutar, porque para eso estamos en el fútbol, para disfrutar. Luego tuve más oportunidades y nunca pensé que iba a ser mi último partido ni mucho menos. Siempre pensaba en que iba a disfrutar del fútbol.

P ¿Cómo ha llegado a disfrutar cuando su aparición en el primer equipo ha llegado en un momento tan crispado, después del célebre «Fuori»?

R Evidentemente, la situación del club no era buena, pero siempre intento abstraerme de esos factores y disfrutar del partido. Perdimos y claro que no disfruté, ni me fui contento. Pero de ese debut me quedé con las sensaciones. Siempre has visto partidos de Primera y, de repente, verte jugando ahí ya es una felicidad y siempre es una oportunidad para disfrutar. Cuando saltas al césped estás con las ganas de jugar y con hambre, pero lo utilizas como energía para que todo vaya mejor. Y no para comerte la cabeza.

P De regreso, aquel recibimiento hostil de los ultras en Paterna. En su debut tuvo toda la tensión que rodea al fútbol en pocas horas.

R La afición estaba cabreada con nuestro rendimiento y resultados. Pero son cosas que van con el fútbol y que también toca vivir.

P ¿Le ha impresionado más el Bernabéu o el Camp Nou?

R El Bernabéu me ha impresionado un poco más. Tiene un graderío más vertical, estilo Mestalla. Es un gran estadio, en el que hicimos un muy buen partido, pero no tuvimos suerte. Faltó muy poco para empatar en el Bernabéu. En los dos campos me sentí muy cómodo.

P Llevaba entrenando con el primer equipo desde mayo y no debutó hasta diciembre. A pesar de que los resultados no acompañaban, no ha tenido nunca prisa en quemar etapas.

R Empecé a entrenar con Pako Ayestarán [a finales de la temporada 15-16]. Fui convocado con él en los primeros partidos de la siguiente campaña, aunque no acabé jugando. Pero como también jugaba en el Mestalla, no perdía ritmo de competición. Con Prandelli hubo algunos partidos a los que fui y otros que no, pero fue él que me hizo debutar en Anoeta. Voro es el que me ha dado la confianza al final. Le quise dar las gracias, por todo lo que ha hecho por mí, pero sobre todo por el club. Ha sido quien apostó por mí.

P ¿Qué rival le ha impresionado más en estos primeros meses?

R Griezmann, el día que nos ganó 3-0 el Atlético en el Calderón. Se movía por todos lados y parecía imposible controlarle.