En la ecuación de los fichajes que pretende el Valencia para este verano, la «x» es igual a la venta de Dani Parejo. El club de Mestalla necesita el dinero de una gran venta para afrontar las contrataciones que tiene en mente, y el traspaso del centrocampista de Coslada aparece como la mejor operación posible. De nuevo el Sevilla es la destinación más factible. De la negativa rotunda del verano pasado, cuando el jugador quiso forzar el traspaso al club hispalense, se ha pasado a un ofrecimiento cuya insistencia ha aumentado desde que se ha concretado la llegada de Eduardo Berizzo como técnico.
De la voluntad del entrenador argentino, en parte, dependerá que la operación pueda llegar a buen puerto. El segundo punto es el económico. El Valencia no quiere ofrecer una imagen de necesidad en la negociación y de cara al público Parejo no está en venta. No se le quiere malvender y exigirá una cifra no inferior a los 20 millones, como informó ayer Onda Cero.
Las ventas masivas de la pasada temporada dejaron al Valencia sin grandes estandartes de cara al mercado, sin Mustafi, André Gomes y Paco Alcácer. La irregularidad de Cancelo en el último curso ha afectado a su caché, cuando parecía cantada una salida por el doble del valor por el que vino (15 millones). Entre descartes de difícil encaje, ya sea por rendimiento deportivo (Santos, Abdennour), como por su elevado salario (Negredo, Enzo Pérez), el traspaso de Parejo es el más cuantioso, a excepción de los pocos jugadores intocables del nuevo proyecto, como Carlos Soler, José Luis Gayà y Simone Zaza.
Desde el entorno de Parejo también se ha entendido que no ha habido un pronunciamiento explícito por parte del nuevo técnico, Marcelino García Toral, para considerar al futbolista como intransferible y clave para su proyecto. Cuando el entrenador asturiano fue entrevistado por Levante-EMV a finales de mayo, la respuesta fue tan elogiosa como, también, parca en detalles. « Es un jugador con muchísimo talento. Es increíble».
El riesgo deportivo
La venta de Parejo implica también una apuesta arriesgada desde el punto de vista deportivo. El centrocampista, de 28 años, está en uno de los momentos más dulces de su carrera y ha finalizado la temporada ocupando las primeras posiciones entre las estadísticas de centrocampistas de la Liga, además de ser uno de los mejores especialistas a balón parado. En la segunda parte del campeonato ha congeniado a la perfección con Carlos Soler. Encontrar en el mercado, y bajo las condiciones en las que se moverá el Valencia, a un jugador que garantice ese rendimiento será complicado. Por último, el desgaste de su peculiar relación con la grada tras seis temporadas en el club se había calmado, y la convivencia con la afición era más armoniosa.
