Marcelino García Toral y Anil Murthy emprenderán hoy el viaje de regreso desde Singapur con un claro mensaje trasladado a Peter Lim, el de la necesidad de acometer con urgencia los grandes cambios estructurales que precisa la primera plantilla del Valencia para volver a ser competitiva. El viaje transoceánico ha servido para que el propietario del club, que da gran importancia al «feeling» personal que le despiertan sus interlocutores, conociera al nuevo técnico blanquinegro. La impresión de los dos partes tras las reuniones, a las que también ha asistido el futuro presidente Anil Murthy y el consejero Kim Koh, ha sido «cordial» y «positiva».

Marcelino aprovechó el viaje para exponer a Lim las bases de su proyecto, en qué dirección deben encaminarse los cambios -con una profunda renovación de la plantilla- y la conveniencia de actuar lo más rápido posible, antes de que empiece a rodar la pretemporada. Las transformaciones deseadas necesitan, a día de hoy, de una inyección financiera que desbloquee las posibilidades de mercado que tiene el club, ahora muy reducidas por el «fair play» y la ausencia de grandes ventas. La opinión del máximo accionista en los últimos meses ha sido la de no incrementar la dotación económica destinada al club.

El técnico asturiano expuso sus ideas desde la convicción del compromiso que le trasladó el club, en el momento de firmar el contrato, de que tendría voz, voto y mando en las principales decisiones en la configuración del proyecto. Así lo recordaba el propio Marcelino en la entrevista concedida en mayo a Levante-EMV: «El Valencia me ha transmitido la seguridad de que nosotros -en alusión a su cuerpo técnico- somos quienes vamos a confeccionar los argumentos para competir».

El tiempo, a menos de dos semanas de volver a los entrenamientos, determinará el efecto urgente que ha tenido el encuentro de Singapur. Un cónclave con el que la propiedad también trata de combatir la aparente imagen de inmovilismo que envuelve al club, entre la ausencia de novedades significativas en el mercado de fichajes y, además, la prolongada ausencia de Lim en València. Ya hace más de un año que el empresario asiático visitó por última vez Mestalla, con el equipo abocado en una grave crisis.