Gaizka Mendieta, icono histórico del Valencia campeón de Copa de 1999 y doble finalista de Liga de Campeones, hizo parada el miércoles en la el Factoría Rambleta. El excentrocampista, de 43 años, repasó su exitoso pasado como deportista, desde sus inicios juveniles en el atletismo y el baloncesto, pero también habló de sus facetas multidisciplinares:

erudito musical, DJ que pincha en Londres, en el FIB o en fiestas privadas del Festival de Cannes, respetado analista en la televisión inglesa y empresario hostelero en Londres, inquieto por las consecuencias del Brexit.

Gaizka enlazó la incertidumbre de la actualidad política británica con la incertidumbre que envuelve a un Valencia al que no ha dejado de seguir: «El Brexit es un poco como el proyecto del Valencia. Sí, todos sabemos que está ahí, pero no sabemos muy bien qué significa ni en qué se concretará». Mendieta, con un discurso pausado y respetuoso, fue crítico con el indefinido modelo de gestión llevado a cabo por Peter Lim: «El proyecto parece una reválida. Hará falta paciencia y no habrá soluciones a corto plazo. Habrá que ver si van a dejar trabajar a Marcelino». Además, «Mendi» reprochó la falta de explicaciones de los proyectos deficitarios para una afición que ha estado, a su juicio, desamparada: «El proyecto parece un proyecto, pero no se define nunca. Nadie lo ha explicado, nadie ha salido tras acabar la temporada a explicar por qué las cosas han ido mal. No sé sabe cuál es el plan, si el equipo se va a nutrir de jóvenes, qué fichajes se van a hacer. Han perdido la confianza de los aficionados. Han jugado con ellos de alguna manera, con su ilusión». El exjugador reconoció que el Valencia de Lim le ofreció incorporarse al club, pero que no hubo entente posible: «Les dije la idea que tenía de fútbol y lo que podría hacer en el club. Me respondieron que no, que ellos tenían otra idea. No me volvieron a llamar». Mendieta también tuvo palabras elogiosas para Carlos Soler, que emergió, como él mismo hizo en el Valencia de Héctor Núñez, en un periodo de crisis: «No se asusta ante nada ni ante nadie».