Son pocos los partidos y escasa la entidad de los rivales, salvo el Sporting de Portugal, para lanzar las campanas al vuelo, pero el Valencia CF lleva camino de detener la sangría defensiva de la temporada pasada. De los cuatro partidos disputados en esta pretemporada, los de Marcelino García Toral han acabado tres con la portería a cero, una cifra esperanzadora si tenemos en cuenta que la anterior campaña recibió 65 goles en la liga.

La llegada del entrenador asturiano trae una solidez defensiva que el Valencia CF había perdido. Solo el New York Cosmos fue capaz de batir la portería blanquinegra en un partido marcado por el cansancio de los jugadores después de un pesado viaje y disputado sobre césped artificial, superficie a la que no están acostumbrados. Al Cincinnati le ganó por 2-0 con goles de Nacho y Zaza.

Y eso que a Marcelino le faltan los dos centrales que ha pedido, ya que, salvo Garay, no confía ni en Abdennour ni Vezo. El cuarto central es Javi Jiménez, un joven que con el Mestalla firmó una gran temporada y que, junto a Nacho Vidal y Nacho Gil, está destacando en la pretemporada y podría quedarse como cuarto central a pesar de no contar con experiencia en Primera División.

Pero, por ahora, ya comienza a notarse el sello del nuevo técnico. Un equipo fácilmente reconocible, más compacto y con una defensa que juega muy junta, señas de identidad de los equipos de Marcelino y que llevan camino de repetirse en el Valencia CF. A este equipo está claro que le queda mucho porque, además, la gira por Canadá y EE UU ha obligado a estar prácticamente una semana sin entrenar al mismo ritmo que desde que comenzó a trabajar el pasado 10 de julio. Marcelino insiste mucho en una serie de movimientos y el ensayo de una serie de automatismo que den al Valencia CF la solidez defensiva perdida.