La Comisión Europea ha confirmado que el Valencia CF debe pagar la sanción de 23,1 millones de euros impuesta por la Unión Europea, por el aval público recibido para su ampliación de capital de 2009. De esta forma, el club de Mestalla está obligado a pagar y no Peter Lim, propietario de la entidad, como había interpretado el exvicepresidente del Valencia Miguel Zorío.

Esa incógnita llevó a Compromís a formular una pregunta a la Comisión. "La recuperación será exigible a la empresa beneficiaria de la ayuda ilegal; en este caso, el Valencia CF. El papel de la Comisión es garantizar que España recupera de la entidad jurídica Valencia CF, independientemente de la identidad de sus accionistas o de la forma en el que la ayuda del beneficiario lo financia, el importe que debe reembolsarse", responde la Comisión.