Primero fue Joao Cancelo, después Ezequiel Garay y, ahora, Luis Nani. El Valencia CF se frota las manos con la posibilidad de vender a los tres futbolistas en los próximos días y cobrar un dineral si consigue «colocar» también a Abdennour y Orellana, los dos futbolistas más prescindibles del equipo. La idea es cobrar entre 60 y 70 millones de euros, un capital con el que el club de Mestalla podría afrontar las incorporaciones «de calidad» que se vienen anunciando recientemente, tanto de boca del director general, Mateu Alemany; del entrenador, Marcelino García Toral y hasta del Team Mánager, Voro González. Y, de paso, aligerar más las cargas salariales de la plantilla, teniendo en cuenta que Nani y Garay están en lo alto de esa lista. El club sigue esperando, de momento, anunciar la incorporación del defensa Jeison Murillo, por el que ha ofrecido 13 millones al Inter, pero su entrenador, Spalleti, ha retrasado su salida. La operación por Kondogbia también está en marcha.

La intención del técnico del Valencia, ya en el tramo final de la pretemporada, era la de contar con Cancelo en su plantilla. Los argumentos son evidentes: es el futbolista más vertical y habilidoso del equipo en el regate y su progresión es innegable. Para el club no es un futbolista caro: con 600.000 euros de sueldo, es el jugador que menos cobra del Valencia. Sin embargo, su potencial en el mercado ha variado las perspectivas del Valencia en un sentido y en otro. A saber: la Juventus y el Chelsea preguntaron por el portugués. A la puja se ha unido el Tottenham Hotspurs. Según publicó ayer el Daily Star, el club londinense ha ofrecido 22 millones de euros por el lateral del Valencia. La entidad de Mestalla frenó la operación, consciente de que puede obtener más rédito por su traspaso. Quiere más de 30 «kilos» por el lateral luso y sabe que si continúa de blanquinegro, al menos una temporada más, podrá cobrar incluso más por una hipotética venta. El futbolista ha reiterado que prefiere jugar de lateral, una condición que ha quedado en anécdota. El viernes jugó de interior derecho, por delante de Montoya, y fue el mejor del equipo en el Trofeo Naranja ante el Atalanta.

La única operación avanzada de verdad es la de Ezequiel Garay, que no ha puesto problemas para volver al fútbol ruso. El Spartak de Moscú ha puesto en torno a 20 millones de euros sobre la mesa para comprar al defensa central, de 30 años. Mateu Alemany ha respondido: quiere 22, el mismo dinero que abonó el Valencia por el argentino el año pasado. La operación está en stand-by y prueba de ellos es que Garay fue presentado el viernes y sigue estos días entrenando a las órdenes de Marcelino. En caso de marcharse, el Valencia trataría de contratar al brasileño Gabriel Paulista, del Arsenal, que ya trabajó con Marcelino cuando coincidieron en el Villarreal. Gabriel, de 26 años, no jugó mucho la pasada temporada, pero es un defensa que ya conoce a Marcelino.

Traspasar a Abdennour y Orellana es un objetivo. Vender a Garay y a Cancelo, una oportunidad, lo mismo que con Nani. El portugués, de 30 años, destaca sobre el resto de la plantilla en físico y talento. Pero no convence a Marcelino por otras cuestiones. El esguince de rodilla que sufre dificulta, eso sí, su venta.