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Alemany para vender

Alemany para vender

Alemany, según el relato de la sospecha, era (o es) una marioneta en manos de Singapur. En el peor de los casos, un agente llegado para preparar el proceso de venta. Un profesional, peyorativamente hablando. Si es todas esas cosas, que persista en ello. Que siga poniendo ese mismo empeño en ordenar el club para alumbrar la venta. Albricias, un profesional en la sala.

El club estuvo aquejado estos años del mal de la ingenuidad y la soberbia, creyendo que daba igual tener o no tener dirigentes serios, que igual daba su ausencia de contacto con la epidermis del fútbol, porque el equipo, bajo el espejismo inicial de Nuno, funcionaría autónomo. No es una correlación fija, pero tener dirigentes que controlan el terreno, que tienen un plan, suele contribuir a que el equipo termine rindiendo bien. Qué extraño, eh.

El balear Alemany, colgando un rato los palos de golf, ha tenido en este tiempo una virtud capital: entender dónde aterrizaba. No lo entendieron los propietarios, no lo entendió Prandelli, y Suso? Suso es otra historia. Mateu Alemany está sabiendo caminar en esa delgada línea que vincula la soberanía y el criterio para coser un proyecto deportivo propio al tiempo que diplomáticamente se alimenta el interés de Lim.

En elecciones capitales como escoger a Marcelino en lugar de a Setién (qué bien juega el Betis, estamos felices por ello), Alemany demostró comprender la genética valencianista, no abandonarse a las modas vistosas y al exotismo laportista. En decisiones como la nueva jerarquía deportiva, tejiendo un equipo con bajo perfil por debajo de sí mismo y de Marcelino, se evitan los errores no forzados y se apuesta por un trabajo silencioso, sin contraponer pesos a la figura de Marcelino, evitando conflictos de futuro. Menos directores y más trabajadores.

Ha entendido tan bien de qué estaba hecho este pueblo que cada vez que habla dice lo que la colectividad quiere escuchar sin haber dicho verdaderamente nada, sin tampoco caer en el engaño. Sus recursos y su templanza contrastan con las promesas vacías y las salidas de tono tan frecuentes entre los anteriores portavoces.

Ojalá quienes presiden y poseen no tengan la tentación de sentirse en penumbra ante un frente común que se entiende sólo mirándose y que tiene claro su fútbol. Si les dejan hacer los beneficiados serán ellos. Porque ha sido comenzar a funcionar el equipo, ver hacer a Guedes dos buenos partidos, y disolverse la muchedumbre contra Lim.

A ver si ese Alemany de tanto intentar vender el club, en versión apócrifa, va a acabar por primera vez dando sentido a la compra de la SAD.

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