El Valencia de Marcelino se ha batido en duelo en la alfombra del Bernabéu, ha resistido a una agotadora partida de ajedrez ante el Atlético, ha salido vencedor del intercambio de golpes de Betis, Athletic y Real Sociedad, redujo al Sevilla con un festín hedonista y ganó en Mendizorroza, en un partido de barro y colmillo. Pero este mediodía el Leganés prepara un reto distinto, el de derribar un muro. A partir de un espléndido entramado defensivo y certeros contragolpes, Asier Garitano ha logrado con escasísimos recursos situar al equipo del sur de Madrid en la séptima posición del campeonato. En siete de los diez partidos de Liga, el «Lega» ha dejado su portería a cero. Solo cinco goles en contra que pondrán a prueba la fina puntería del Valencia, que cuenta con el ataque más eficaz de todo el campeonato.

Marcelino avisaba ayer al aficionado, en la rueda de prensa previa, de que espera un partido de «paciencia y trabajo», quizá no demasiado vistoso para buscar la séptima victoria consecutiva. «Es un equipo intenso, dinámico y muy bien estructurado. No estaba considerado en principio para la parte alta, pero su nivel de juego demuestra que puede estar arriba. Será un partido muy complicado, por lo que debemos tener mucha paciencia», consideraba el técnico asturiano.

El título, «casi imposible»

Férreo defensor de la filosofía del «partido a partido», Marcelino rehuye del debate sobre si el Valencia es un aspirante sólido al título de Liga. El preparador cree que ese foco deslumbra al equipo del paciente trabajo diario y añade una presión innecesaria a un bloque que todavía no ha completado su progresión: «Tenemos capacidad para ganarles en un partido, pero es prácticamente imposible pelear el título al Real Madrid y al Barcelona. Hemos tenido una trayectoria prácticamente inmaculada, y aún así el Barcelona nos saca cuatro puntos. La intención es ir paso a paso con la mente puesta ahora en el partido contra el Leganés». «Un equipo siempre tiene techo y nosotros tenemos la intención permanente de no buscarlo y de ir hacia la mejoría. Podemos hacerlo en muchas facetas del juego. Ese es el camino y nos tenemos que convencer de ello. A partir de aquí, no sabemos donde podemos llegar», concretaba.

Marcelino contará con toda la plantilla a su disposición. La alineación no se recita de memoria porque, en la línea de centrales, las variantes y el alto nivel dificultan una elección que no es fija porque quiere mantener a los tres centrales, Murillo, Garay y Paulista, al máximo de su motivación: «No quiero perder a ninguno de los centrales. Los tres tienen un grandísimo nivel y se sienten integrados, los que le lleva a competir muy bien».

El partido tiene el aliciente de ver si Simone Zaza, en el mejor momento de su carrera, podrá seguir, por séptima vez, con su racha de gol por partido, acercándose al monumental registro que Mundo dejó en 10 partidos, en la temporada 1943-44.