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Mestalla guarda la traca para el final

El Valencia ha marcado 15 de sus 30 goles en la última media hora de encuentro, a la que llega en plena fortaleza física y mental - Marcelino acierta en la gestión de los cambios: Santi Mina ha marcado 4 goles en 7 disparos, saliendo nueve veces como suplente

Santi Mina lleva marcados cuatro goles con el Valencia en la presente temporada, a pesar de ser suplente. EFE/Kai Försterling

Fiel a las costumbres pirotécnicas de la ciudad de la que toma su nombre, el Valencia reserva el mayor estruendo de su traca para el final. El equipo de Marcelino, invicto en el primer cuarto de temporada, sentencia sus encuentros en la media hora final de encuentro. En el tramo de partido en el que las piernas flaquean y las pulsaciones desordenan las ideas, el equipo blanquinegro alcanza su mejor versión para someter a sus rivales. Un total de 15 de los 30 goles que lleva el conjunto valencianista han venido en la última media hora de juego, aprovechada no tanto para desnivelar a su favor el marcador, sino para aumentar con gula el tanteo final.

Un dato que implica una realidad inapelable: el acierto estratégico de Marcelino en la gestión de los cambios y la resistencia física y mental con la que el Valencia llega a la parte final de sus encuentros. Los registros son elocuentes. El Valencia entra a los partidos guardando las distancias. Solo ha marcado un tanto en el primer cuarto de hora, con el gol de falta de Parejo contra el Leganés, el pasado sábado. Empieza a morder mediado el primer acto, en los que ha llegado a gozar de ventajas de más de dos goles, como sucedió ante el Athletic Club y el Betis. Pero la descarga definitiva llega avanzado el metraje, en la segunda mitad.

No obstante, solo en una de las ocasiones, el gol en las postrimerías ha servido para convertir en victoria un duelo empatado. Sucedió en Anoeta, cuando Simone Zaza colocó el definitivo 2-3 que otorgó la victoria al Valencia. En el resto de ejemplos, los blanquinegros han marcado, básicamente, para prolongar la fiesta, para aumentar la autoridad de sus victorias. La nula compasión de un equipo que ha estado dos años en ayunas. Así ha pasado con las dianas de Rodrigo contra el Málaga, Zaza y Pereira en el campo del Betis, Mina y Guedes contra el Sevilla, o Mina contra el Leganés.

Un caso es especialmente paradigmático: Santi Mina. El delantero pontevedrés, de 21 años, solo ha sido titular en dos encuentros, pero sus ingresos como revulsivo atacante en las segundas partes han sido letales. Lleva marcados cuatro goles en solo 292 minutos de juego, y con una eficencia asombrosa, la mejor de un futbolista que sale de refresco. Mina solo ha necesitado 7 disparos para marcar cuatro goles. Marcelino ha sabido encontrar un encaje a Mina, desubicado después de dos primeras temporadas en el que el peso de la responsabilidad hizo mella en el joven exjugador del Celta, por quien el Valencia depositó su cláusula de 10 millones de euros. Sin la presión de la titularidad, pero siempre con oportunidades, las mejores virtudes del atacante están empezando a aflorar.

Otro de los futbolistas que aprovecha el tramo final de los encuentros es Andreas Pereira. El extremo belga-brasileño no tiene la explosividad vertical de Gonçalo Guedes, y su aterrizaje en el juego del equipo ha sido más gradual, pero ya ha comenzado entonarse con tres asistencias en los dos últimos encuentros.

Media vuelta que vale una Liga

El ritmo de puntuación del Valencia es tan elevado que el equipo está en disposición, como apuntaba ayer la agencia Efe, de igualar en solo media vuelta la totalidad de los puntos que se lograron en toda la temporada pasada, una de las peores de la historia. El Valencia acabó el curso pasado con 46 puntos, dos tercios de los que el Valencia ya ha alcanzado.

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