Simone Zaza no irá al Mundial con Italia y, además, volvió ayer a València con la rodilla izquierda tocada. Una dolencia que, sin alcanzar la gravedad, se le ha venido reproduciendo durante el último año. Pero las molestias físicas no son el único problema que acecha al delantero de Metaponto, que afronta la próxima jornada a una sola tarjeta de la suspensión, con la visita del Barcelona a Mestalla en el horizonte cercano.

Los dos factores se alinean para pensar que Marcelino García Toral dará descanso a Zaza contra el Espanyol en Cornellà (sábado, 16.15) y así poder llegar en plenas facultades físicas y sin riesgo de castigo disciplinario para el Valencia-Barcelona más atractivo que se recuerda en esta década.

Ayer por la tarde, nada más regresar, Zaza tenía previsto ser examinado por los servicios médicos del Valencia para evaluar una lesión que, desde Italia, no se catalogaba como grave.

Zaza volvió ayer cargando a cuestas con el «rammarico», el lamento de la histórica no clasificación de Italia para el Mundial. Al valencianista le ha costado 16 goles en Mestalla remontar la consideración que el fútbol italiano tenía de él como delantero, tras la eliminación de la Nazionale en la Eurocopa. El retorno llegaba en el momento cumbre, para servir a Italia ante la amenaza de quedar fuera del Mundial, pero una lesión le dejó a las puertas. Zaza cenó con su novia Chiara en un restaurante milanés tras la eliminación del combinado de Ventura.

Los problemas físicos de las últimas semanas aceleran la necesidad de encontrar un repuesto que ofrezca competencia y descanso al exdelantero de la Juventus, que cumple con un perfil difícil de sustituir para Marcelino. Esa es la razón por la que el Valencia estudia, desde hace semanas, el mercado en busca de un delantero centro, ya que el cuerpo técnico entiende que Santi Mina y Rodrigo reúnen características similares.

Una de las alternativas más asequibles es la de Sandro Ramírez. El delantero canario, una de las revelaciones del pasado año en el Málaga, apenas ha contado con minutos en el Everton, que pagó su cláusula de 6 millones. La cesión de Sandro, último ariete de la sub´21 y experto lanzador de faltas, también la pretende el Sevilla.