El Valencia-Barcelona vuelve a reivindicarse como el gran derbi del Mediterráneo. Hay que echar la vista muy atrás, a los días de contragolpe y rosas del Piojo, para encontrar un duelo en el que murciélagos y culés se mirasen de igual a igual, cara a cara. El equipo de Marcelino quiere acechar el liderato del bloque de Ernesto Valverde. El vestuario está convencido de poder vencer y cerrar así una década frustrante de ininterrumpido pillaje azulgrana en Mestalla. Desde el 2-1 (Angulo y Silva) cosechado por el Valencia de Quique contra el Barcelona de Rijkaard el 18 de febrero de 2007, los blanquinegros no han vuelto a ganar al Barça en su propio estadio. Con 5 derrotas y 5 empates, se trata de la peor racha del Valencia como local ante un mismo equipo. Como visitante más temible supera las cuatro derrotas y tres empates ante el Athletic en los 80. El valencianismo combatirá los precedentes de dos lustros gobernados por Leo Messi con el mejor registro de victorias consecutivas de su historia, ocho triunfos que auguran el lleno total en Mestalla.

Marcelino ha confeccionado un equipo, además, que se inspira en la mejor tradición competitiva del Valencia. Agresivo en la presión y velocísimo en ataque, con la mejor efectividad del campeonato. Uno de cada tres disparos entre palos acaba en gol. El Barcelona solo lleva una diana más que los valencianistas. La afición quiere rememorar con Gonçalo Guedes las carreras de Claudio López superando a la defensa holandesa barcelonista. En cambio, el Valencia aún se encuentra en fase de adaptación defensiva y ha encajado 7 goles más que el Barcelona. Eso sí, de momento solo un rival, el Athletic Club ha logrado perforar la red de Neto con el Valencia como local.

Será un partido de pizarra y de actores. Los presentes y los ausentes. El Barça se presentará con una zaga de circunstancias debido a la lesión de Mascherano y la sanción de Piqué. Valverde podría verse obligado a incluir como titular a Vermaelen, casi inédito en el Camp Nou y que solo juega con la selección belga. No obstante, el técnico exvalencianista podría plantear otra variable, como habilitar a Digné como acompañante de Umtiti.

Las bajas en el rival acentúan el planteamiento contragolpeador del Valencia, tendiendo trampas constantes a la espalda de los centrales. No hay que obviar otro factor, como la semana limpia de la que gozará el Valencia frente al desgaste azulgrana por el duelo de mañana miércoles contra la Juventus en Liga de Campeones. La duda médica, entre comillas, en el Valencia es la de Simone Zaza. El reposo contra el Espanyol no aminora las molestias en la rotura parcial del menisco externo del delantero italiano. Entrenador y jugador, que durante la semana pasada entrenó con normalidad tras no jugar con la selección italiana, asumen el riesgo de exponerse a una lesión mayor y esquivan de momento la intervención quirúrgica.

Sanción a Marcelino

Pendiente está el Valencia de la posible sanción que se le imponga a Marcelino. Según la redacción del acta, en la que el colegiado Hernández Hernández reflejaba que Marcelino protestó «de forma ostensible una de mis deciones», el técnico se expondría a una sanción de dos a tres partidos, según el artículo 120 del Comité de Competición. El Valencia estudiaba las imágenes ayer, para sopesar la posibilidad de presentar un recurso. Los precedentes no son muy esperanzadores. Como informaba ayer la Cadena Ser, Éder Sarabia segundo entrenador de Las Palmas, fue sancionado con dos partidos por una expulsión descrita, de forma calcada, a la roja vista por Marcelino en Cornellà.