El Valencia CF perdió una gran ocasión para marcar distancias y acercarse al líder. Es su primera derrota en la Liga. El equipo de Marcelino no supo cómo afrontar el partido ante un duro Getafe, pese a jugar con un hombre más. Le faltó claridad, paciencia y acierto. El Valencia estuvo muy espeso:
Una primera mitad de lucha
Los equipos de Bordalás son de lucha y entrega total. Se sabía que se lo iba a poner complicado al Valencia con una presión intensa para cortar la línea de creación. Pero lo cierto es que se aplicaron con mucha intensidad, hasta el punto de que Arambarri fue expulsado de manera justa en la primera mitad. El Getafe fue un equipo muy duro. Aún así, el Valencia no estuvo bien. Aunque Parejo lo intentó, tanto a la hora de elaborar el juego como a balón parado, no se acabó de tener el dominio del partido ni tampoco aprovechar alguna acción rápida al contragolpe. Las ocasiones más claras llegaron a balón parado. El Valencia estaba con un hombre más en el campo, y estaba obligado a sacar los tres puntos. Pero le faltaba presencia ofensiva y no se generaba ni fútbol ni oportunidades.
Más intensidad tras el descanso
Era normal que tras el descanso, Marcelino tuviera que reaccionar. El cambio fue a ganador. Retiró de manera inteligente a Kondogbia, que podía ser expulsado, y metió a Nacho Gil para abrir el campo y crear superioridad. El Getafe seguía a la suya, jugando su partido, e incluso disfrutaba de alguna acción de gol aislada para marcar, como la de Ángel para marcar. Ese fue un primer aviso antes de que Bergara marcara tras un mal despeje de Paulista y que el balón entrara tras golpearle el balón. El partido ganó en intensidad y agresividad. El Valencia se vio obligado a empatar mientras que el Getafe, pese a jugar con un hombre más, no retiró del campo a sus dos delanteros que ejercían de primera línea de presión. El Valencia sumó ocasiones, metió al rival en su área, pero el agobio no tuvo efecto.
