La temporada 95-96 Luis Aragonés se inventó a Jorge Otero, lateral derecho, para jugar de central. El Valencia CF fue subcampeón de Liga y el gallego realizó una campaña excelente. Muchos años después, Marcelino cuenta con un jugador de banda, Martín Montoya, como solución de emergencia en el caso de que uno de los dos únicos centrales de los que dispone, Gabriel Paulista y Vezo, se lesionen durante un partido o sean expulsados.

En los últimos partidos de Liga, en la convocatoria del Valencia solo había dos centrales (Paulista y Vezo) debido a las lesiones de Murillo y Garay. Pero el entrenador tenía pensado un Plan B para el caso de que durante los noventa minutos sucediera algún imprevisto. Y ese plan se llamaba Montoya. El lateral derecho ya trabajó en el eje la pasada temporada tanto con Voro como con Prandelli, y el cuerpo técnico de Marcelino le ve con aptitudes para hacerlo en caso de urgencia. El hecho de contar con otro lateral derecho en la lista, Nacho Vidal, permite esa licencia.

Los centrales son el último quebradero de cabeza del entrenador. Ayer, Garay tampoco salió al campo para ejercitarse con sus compañeros, y trabajó en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Paterna, donde se recupera de la dolencia costal que padece. El argentino, que no jugó ante el Getafe, sigue siendo duda para el partido del próximo sábado ante el Celta en Mestalla.

Quien sí que entrenó con la primera plantilla fue el canterano Guillamón, subcampeón del mundo Sub-17, que abandonó de forma provisional el filial para trabajar con los mayores. Sin embargo, se antoja complicado que Guillamón esté nominado para entrar en una convocatoria del Valencia CF. Aún es pronto. Resulta más sencillo pensar en Montoya o, incluso, en Iván Márquez, central del Mestalla, que ya ha debutado en Primera con Osasuna.