Metidos de lleno en conocer si finalmente el PSG aceptará traspasar a Guedes, dándole vueltas al fichaje de Coquelin y al sueño de la Copa del Rey, haciendo números para imaginar la cifra que meterá al murciélago matemáticamente en la próxima Champions, hemos pasado por alto un aspecto fundamental. ¿Tendrá cláusula de rescisión Mateo Alemany? Y, si la tiene, ¿cuál será su importe? Una frase de Marcelino en la rueda de prensa previa al viaje a Riazor despertó definitivamente mi curiosidad: «no sé cómo lo hace Alemany, pero ficha rápido y con el gasto mínimo». El fútbol se ha globalizado tanto que todos y cada uno de los propietarios de clubes del mundo ya estarán al corriente de la excelente gestión a cargo del director general del Valencia. ¿Qué pasaría si Florentino Pérez, el consejo de administración del Sevilla o el dueño del Milan -por hablar de tres equipos con problemas- quisieran contratar al mallorquín?
Precisamente desde la llegada de Mateo, el Valencia acostumbra a revelar el importe de las cláusulas de los jugadores que renueva o firma. Así, sabemos que cualquier equipo que pretenda el traspaso de Carlos Soler o Coquelin se encontrará con un muro equivalente a 80 millones de euros. Desde el punto de vista societario y de interés del entorno sería fantástico el mismo nivel de transparencia al respecto del contrato de Alemany. El principal ejecutivo del club, sin embargo, nunca quiere entrar en detalles cuando se le cuestiona al respecto. Repasando mentalmente las numerosas intervenciones que durante la pasada junta de accionistas quisieron agradecer el trabajo del director general, estoy seguro de algo. Si Mateo tiene cláusula, un porcentaje mayoritario del valencianismo exigiría a Anil Murthy un aumento de la misma antes de que sea demasiado tarde.
Además de lo obvio -los 40 puntos en la primera vuelta y la clasificación para cuartos de final de Copa-, el trabajo de la doble M ha devuelto al club de Mestalla el respeto perdido por parte de los rivales -nadie quería la bola del Valencia en el sorteo del viernes- y, sobre todo, la credibilidad como sociedad. De otra forma no se entiende que jugadores como Kondogbia o Coquelin -procedentes de grandes de Europa como Inter o Arsenal- se hayan descarado ante sus (ex) entrenadores para venir. Un status quo que debe fortalecer Meriton blindando a los responsables del éxito. El primero de ellos es Mateo Alemany.
