El gran éxito de Gonçalo Guedes en el Valencia puede convertirse, paradójicamente, en el elemento que impida que el futbolista portugués continúe la próxima temporada en Mestalla, tal como ansía todo el valencianismo.
La mano de Marcelino García Toral ha sido decisiva para que el internacional luso, de 21 años, dispare su rendimiento y, con ello, su cotización, prácticamente inalcanzable para las posibilidades financieras del Valencia, y en el marco de un mercado condicionado por su exagerada inflación.
Los grandes partidos como blanquinegro de Guedes ha multiplicado la concurrencia de equipos interesados así como su precio, situado en 70 millones de euros.
En las horas previas a que se cerrase su cesión, Marcelino confesaba que las aspiraciones finales del Valencia en el campeonato iban a depender mucho de las incorporaciones que se fraguasen en el último día. Se refería a la llegada de Guedes y de Andreas Pereira.
Marcelino manejaba la intuición de que, con el exbenfiquista, escondido entre la constelación de estrellas del París Saint Germain, el Valencia podría dar un salto de calidad definitivo. Medio año después, esa certeza se ha cumplido hasta con desproporción.
En los 40 puntos de 57 posibles al final de la primera vuelta, el papel del extremo ha sido crucial. Con Guedes, el Valencia es un equipo con una efectividad afilada que roza los tres goles por partido. Sin Guedes, ausente por lesión justo en el mes de malos resultados en diciembre, no se alcanza a promediar el gol por partido.
Alejado de la realidad queda ya el pacto de caballeros entre el máximo accionista del Valencia, Peter Lim, con Nasser Al-Khelaifi, dueño del París Saint Germain, club que posee los derechos de Guedes.
Aquellos 35 millones con los que el club parisino se garantizaba el retorno de la inversión destinada hace justo un año en el fichaje de Guedes desde el Benfica, se han convertido en 70 millones, como informaba Téléfoot desde Francia.
Asimismo, en la subasta por Guedes no concursa solo el Valencia. Se han añadido el Real Madrid, desenganchado de la pelea por el título de Liga y necesitado de nuevos referentes, así como el Manchester United, una parada clásica en la ruta de jugadores representados por Jorge Mendes, mánager del jugador, más otro clásico de la Premier como es el Arsenal. Los tres clubes poseen un musculatura financiera mucho mayor de la que posee el Valencia.
¿A qué se agarra el Valencia? La amistad entre Lim y Al-Khelaifi, así como la predisposición del futbolista a seguir en Mestalla, donde ha recuperado todo su protagonismo y se ha impulsado al estrellato europeo, son las principales bazas del valencianistas.
En el otro lado de la balanza, los 70 millones son una cifra del todo prohibitiva para la entidad blanquinegra. El club quiere ejecutar las opciones de compra por Kondogbia, Murillo y Vietto, que se elevan a 50 millones de euros y acaba de fichar a Francis Coquelin por otros 14 millones. Además, el Valencia debe generar beneficios por valor de 45 millones de euros para cuadrar las cuentas de esta temporada, antes del 30 de junio.
Una ecuación que parece casi imposible de cuadrar, a no ser que Lim, mediante su firma Meriton, pague por la propiedad del futbolista, tal como hizo en su desembarco en el club ofreciendo los fichajes de Rodrigo y André Gomes.
