Se temía lo peor cuando Gabriel Paulista abandonó el terreno de juego en camilla. Se pensaba en su maltrecha rodilla. Marcelino ya había hecho los tres cambios en el partido ante la Real Sociedad, y el central del Valencia hacía saltar todas las alarmas en Mestalla. Minutos después, el defensa brasileño regresaba al campo para salvar a su equipo, junto a Neto, del empate final.

Paulista abandonó el campo con un ojo muy hinchado. El jugador había recibido un fuerte golpe en el pómulo izquierdo tras subir a rematar una acción de estrategia, que le dejó fuera de combate durante unos minutos.

Sin embargo, y tras una primera exploración, el jugador recibió tratamiento antiinflamatorio que no le impedirá jugar mañana ante el Athletic. Dada esta circustancia, cabe la posibilidad de que Marcelino le de descanso por precaución y que juegue Vezo.