Gabriel Paulista recoge los frutos de la apuesta que tanto él como el resto de fichajes realizaron al aceptar venir al Valencia. Futbolistas de clubes importantes, que abandonaron el Arsenal, Inter, Juventus o PSG, por el riesgo de un proyecto delicado, como el de Mestalla, que venía de dos años catastróficos y sin margen alguno para el error: «Claro que había muchas dudas al inicio de la temporada por las dos últimas temporadas, que el Valencia no lo hizo bien. Yo sabía del trabajo de Marcelino, cómo aprieta a los jugadores y su forma de trabajar. Llegué a este club para llevarlo donde tiene que estar, en la Champions y peleamos por eso. Y vamos a pelear a muerte por dar esa alegría a la afición, que nos ayuda cada partido en Mestalla y en los viajes».

Jugador muy sacrificado en el esfuerzo, a Paulista se le ve especialmente implicado. No solo en el equipo, sino también en el club y en lo que representa su entorno. Un aspecto que el propio defensa explica desde la profesionalidad extrema con la que se emplea en cada club: «Yo llevo eso dentro de mí, quiero pelear, quiero ayudar en cada equipo que estoy. En el Villarreal era lo mismo, cada partido corría y peleaba, con el Arsenal también. Y aquí no está siendo diferente. Quiero cada partido quiero hacerlo mejor, ayudar a los compañeros».

Paulista se ha quedado prendado esta temporada con el ambiente de cada encuentro en Mestalla. Reconoce que de vez en cuando se le «pasa por la cabeza» cómo deberá ser ese estadio engalanado para un partido de Champions, pero prefiere ser cauto: «Claro que se nos pasa por la cabeza, de ver Mestalla lleno y más en Champions. Todavía falta muchas cosas, tenemos que tener humildad, respeto a los rivales, e intentar llevar al Valencia lo más rápido posible a la Champions».

A falta de diez partidos, el central brasileño cree que el Valencia no debe rebajar la seriedad con la que ha reactivado la racha de resultados positivos: «Tenemos que seguir igual, los partidos en casa no podemos perder puntos. Son seis partidos sin perder, dos con portería cero. Tenemos que seguir trabajando fuerte, todavía falta para la Champions, pero estamos trabajando por ello».

Ya había jugado de lateral

En el análisis de la victoria contra el Sevilla, Paulista resaltaba el mérito de encadenar dos partidos consecutivos sin encajar goles. Es la segunda vez que se consigue esta temporada. «Llevábamos catorce partidos sufriendo goles y esto es difícil a nivel defensivo. Sales con tres puntos, pero sufres goles. No es bueno. Y ahora dos partidos de portería a cero, nos hace estar más contentos y tenemos que seguir igual, trabajar más fuerte y salir igual el próximo partido ante el Alavés».

La sorpresa del encuentro fue ver a Paulista como lateral. Es el cuarto futbolista que utiliza Marcelino en esa demarcación. Se encontró a gusto: «Ya tenía un poco de experiencia, jugué algún partido de Europa League con el Villarreal, en la Liga también, en la Premier con el Arsenal, no fue una sorpresa. Yo creo que hice un gran trabajo, ayudar a mis compañeros, al equipo a ganar los tres puntos y defensivamente ayudé mucho».

El exjugador del Arsenal, de 27 años, explicó de qué manera le comunicó Marcelino que tendría que actuar como carrilero diestro: «No fue ninguna sorpresa porque ya tenía experiencia. El míster me preguntó si podía ponerme de lateral y le dije que no había problema. Le comentó que ya había jugado en esa demarcación y le dije que quería ayudar. Si me pone de portero, juego también», comentó en tono de broma.

El triunfo contra el Sevilla es una victoria de prestigio, contra un rival directo que está, además, vivo en la Liga de Campeones y como finalista de Copa: «El partido complicado, son tres puntos muy importantes y que nos permite alejar más al rival que también pelea por la Champions. No era fácil, el césped estaba alto, seco, hacía calor... Dificultó alguna jugada nuestra de contraataque, que es lo más fuerte que tenemos. Aprovechamos las oportunidades para hacer gol».

Paulista, por último, desconocía que con el triunfo del sábado el Valencia había roto una racha de catorce años sin ganar en el Pizjuán: «Los compañeros estaban hablando en el vestuario de esa racha. Aquí es muy difícil de ganar, ante un rival directo. Tenemos que descansar y celebrar mucho este triunfo».