Pistoletazo de salida a la próxima temporada. El propietario del Valencia CF, Peter Lim, se reunió ayer en el Hotel Las Arenas de València con el director general del club, Mateu Alemany, y el jefe del área técnica, Pablo Longoria, para planificar el nuevo proyecto deportivo de un equipo que regresará a la Liga de Campeones tras dos años de ausencia. Aunque las matemáticas todavía no han dado el visto bueno, a nadie se le escapa que la Champions ya es una realidad.

Sobre la mesa de negociación, porque cada encuentro de los responsables del día a día del club de Mestalla con Lim es un esfuerzo de interacción con el magnate orientado a generar beneficios deportivos, estaba la obligación del Valencia CF de vender jugadores por cerca de 45 millones antes del cierre de campaña, para cumplir con las obligaciones presupuestarias, y señalar con el dedo el nombre de los futbolistas que van a ser traspasados.

En este sentido, y pese a que al Valencia CF le ha llegado una suculenta oferta por Rodrigo Moreno, tanto Mateu Alemany como Pablo Longoria trataron de convencer a Lim que no se traspase al delantero y que se lleven a cabo otras operaciones con el objetivo de no perder más potencial deportivo. La presencia en la próxima Champions obliga a subir el nivel cualitativo de la plantilla, la derrota ante el Getafe no fue sino un evidente botón de muestra de las carencias del colectivo, por lo que según entienden Alemany y Longoria, resultaría más beneficioso vender a otros jugadores antes que a Rodrigo, además de la necesidad de realizar un esfuerzo económico para fichar futbolistas.

Alemany ya lo anunció hace un mes: «Si vendes, tienes mejor presupuesto y accedes a los mejores futbolistas. Si optamos por no vender, el acceso a mejores jugadores se reducirá. Entre estas dos opciones, preferimos la de tener más potencial», indicó. Peter Lim, que el pasado miércoles presenció en Mestalla el partido ante el Getafe, tenía cita con Alemany desde hace unas semanas. Ayer se produjo el anunciado encuentro.