Más velocidad, más contragolpe, más madera. El Valencia quiere encaminarse hacia una especie de Marcelinato 4.0, hacia una perfección del modelo que ha resultado exitoso en la presente temporada, con el regreso a la Liga de Campeones que puede confirmarse este domingo frente al Eibar en Mestalla (18.30). Con independencia de los futbolistas que acaben abandonando el club y sus sustitutos, se va a acentuar una mentalidad que se cree que otorgará al equipo mayores posibilidades competitivas en una campaña en la que habrá tres frentes, con la Liga, la Copa del Rey y el prestigioso escaparate de la Champions. Con la llegada de Pablo Longoria y la reorganización de la secretaría técnica, el mensaje se refuerza.
El modelo se basa en la propia tradición «bronca y copera» del club, pero también se inspira en el ejemplo de clubes como el Liverpool y el Lazio, que han hecho de la fortaleza física y de la verticalidad su filosofía de juego.
ModelosEl Liverpool y la Lazio, equipos que llegan a «conmover»
«¿Qué es jugar bien?», respondía Marcelino a Levante-EMV hace casi un año, cuando se le preguntaba si no le gustaba tener la posesión. « El público se altera, se anima y se exalta cuando su equipo hace ocasiones de gol. La máxima expresión del público es cuando su equipo hace gol. La segunda máxima emoción es cuando hace una ocasión de gol. Si repetimos eso muchas veces, lograríamos que este extraordinario escenario disfrutara con su equipo». Esos ataques en avalancha que lideró en la primera vuelta Gonçalo Guedes tienen también su expresión en el Liverpool. La máxima de su entrenador Jürgen Klopp, admirado por Marcelino, se parece a la reflexión del propio entrenador asturiano: «Yo no quiero ganar, quiero sentir». En el Valencia creen que los reds, con un pie y medio en la final de Liga de Campeones, llegan a «conmover», al igual que la Lazio. Los romanos, sin la capacidad financiera no ya de Juventus, Milan o Inter, sino tampoco de Roma o Nápoles, son con 83 goles el conjunto más goleador de la Serie A. Milinkovic-Savic y Luis Alberto mueven a un bloque con Immobile como referencia goleadora y que ataca las bandas con las embestidas de laterales avanzados como Lukaku y Marusic. Ni Liverpool, ni Lazio juegan con el 4-4-2 de Marcelino. Los ingleses se despliegan con un 4-3-3 y los italianos con un 3-5-2. No se trata de una equiparación táctica, pero sí de espíritu.
El cuerpo técnico y la dirección deportiva entienden que el diseño de un equipo físico y veloz es la apuesta adecuada para cumplir objetivos en Liga y avanzar, con esa pulcritud goleadora, en torneos cortos. Existe la convicción de que otras corrientes de fútbol, como la visión estética del Betis de Quique Setién, han sido exitosas esta campaña, pero son una tendencia de juego en desuso, que va en retroceso hasta en los equipos que la impulsaron, como el Barcelona y la selección, que han integrado más matices.
PlantillaGuedes como alma del Valencia de Champions
La continuidad de Guedes es clave para entender al Valencia explosivo que planean Marcelino y Longoria. Los problemas para justificar el fair play financiero del París Saint Germain ayudan al Valencia, además de la propia voluntad del jugador, reafirmada ayer por el padre de Guedes en la 97.7 Radio Levante. «Si Gonçalo sigue en el Valencia, todos ganan», afirmó. La oferta del Valencia es de 40 millones y la intención, cerrar la operación antes del Mundial. El resto de fichajes tendrían que insistir en ese perfil de juventud, velocidad y ambición.
FichajesLateral, Marcano, un delantero, un mediocentro y un extremo
La prioridad es apuntalar el equipo en defensa con un lateral derecho (se cuenta con Montoya como un recambio) y un central que multiplique la competencia en el medio de la zaga. Marcano, que acaba contrato con el Oporto y lo conoce Marcelino desde hace una década, es el favorito. Llegará un delantero con potencia y movilidad con independencia del futuro de Rodrigo, y Zaza podría salir al no ajustarse del todo al perfil y tener buen caché de mercado, alrededor de 30 millones. La salida de Andreas Pereira traerá a otro extremo y, dependiendo de la recuperación de Coquelin (lesionado de gravedad hace un mes en el tendón de Aquiles), podría llegar un mediocentro.
