La Liga de Campeones marca un salto cualitativo en lo deportivo y en lo económico con el resto de torneos domésticos. Las diferencias de ingresos para los clubes que participan en la máxima competición continental con el resto de equipos que se quedan en casa, incluso con los que juegan la Liga Europa, no tienen parangón. El abismo es tal, que una participación en la Champions puede decidir gran parte del futuro global de toda una entidad.

En Europa hay dos clases de equipos. Se podría decir que son dos castas futbolísticas: los clubes que disputan la Champions y los que no la juegan. Este cambio a mejor es, en gran medida, lo que le va a suceder al Valencia una vez logrado el objetivo de clasificarse para la Liga de Campeones tres años después. Además de recuperar el prestigio deportivo, el club se podrá tomar algo más que un gran respiro en lo económico (a pesar de la amenaza de pagar, por ejemplo, 23,6 millones de la multa de la Comisión Europea el 20 de junio). La deuda aprieta. El Valencia está en la obligación de vender jugadores antes del 30 de junio, por un valor de 58 millones de eurospara poder cumplir con las obligaciones presupuestarias.

La Champions es una tabla de salvación para delicadas economías que, como las del Valencia, se ven obligadas a satisfacer compromisos adquiridos de antaño y cumplir con obligaciones económicas que van en aumento. Porque, según los cálculos estimativos que ha realizado el club y sin inflar ningún globo, están previstos unos ingresos que rondan los 45 millones de euros solo por el hecho de disputar la liguilla de la primera fase de grupos. Entre lo deportivo, hay premios por victorias o empates, más los derechos de televisión, aunque en lo futbolístico la cosa no vaya muy bien, siempre se superarán los 40 «kilos».

Para la próxima temporada 2018-2019, la nueva Champions pasará de repartir unos ingresos de 2.300 a 3.400 millones de euros. La participación en la liguilla, algo que el Valencia ya ha logrado, depara 15 millones sin contar los 2, 7 «kilos» por victoria o los 900.000 euros por empate. Eso ya está en el bolsillo.

Si el Valencia CF se clasificara para los octavos de final de la competición, percibirá 9, 5 millones, mientras que la llegada a cuartos de final supone 10, 5 millones por los 12 millones de las semifinales. El finalista percibirá 15 millones por los 19 del Campeón. Es decir, que sin contar con los ingresos de la liguilla por victorias o empates, el vencedor del torneo continental se llevaría 66 millones de euros a los que habría que sumar los ingresos por el «market pool» y por el «ranking histórico», que sobrepasarían los 100 millones de euros.

Además de todo esto, el concurso en la próxima edición de la Liga de Campeones también permitirá al Valencia CF elevar su Fair Play financiero. La Liga va a dejar al club de Mestalla subir esa cifra hasta los 160 milllones de euros para poder tener un equipo de garantías. Este año, el coste real de la plantilla valencianista ha sido de 113 «kilos». El tope máximo.